Su salida del Ejecutivo se produjo horas después de que le presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostrara su respaldo a Montón en el Senado, donde dijo que "está haciendo un trabajo extraordinario" como ministra de Sanidad y “lo va a seguir haciendo".

Se sumaban estas palabras a los reconocimientos públicos de las más altas autoridades del PSOE. La vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos, respaldaron a Montón afirmando que “tanto la dirección del PSOE y el Gobierno están manteniendo su apoyo a la ministra”.

Fuentes gubernamentales indicaron a Servimedia que no quería “nadie” que Montón cayera sin llevarse “gestos de valoración y aprecio” porque se trata de una persona muy valorada dentro del Ejecutivo y por su labor política.

De hecho, tras confirmar públicamente ella su dimisión, Moncloa hizo una valoración de su gestión al frente del Ministerio y recordó que en 100 días sacó “adelante aspectos importantes para la recuperación de los derechos de los ciudadanos de este país perdidos en los últimos años y que sigue siendo un objetivo prioritario de este gobierno”.

Además, la semana pasada el Congreso convalidó su real decreto-ley para la recuperación de la sanidad universal, y el último Consejo de Ministros informó de un “importante” trabajo de su Departamento para elaborar un plan integral para erradicar la violencia contra la infancia.

Para el Gobierno, otro “hito de su gestión” en estos tres meses es la apertura del diálogo político para la eliminación del copago farmacéutico; que la semana pasada habilitó una partida de 40 millones de euros para mejorar la atención de los menores extranjeros no acompañados, y los primeros pasos para establecer una estrategia de prevención contra las conductas suicidas.

Fuentes socialistas indicaban desde primera hora que la situación de Montón era insostenible y lamentaban que esta situación le tocara a ella porque ponían en valor la trayectoria y la valía de la exministra.