La iniciativa del PP, cuyo texto se ha transaccionado con PSOE y Ciudadanos, insta al Gobierno a impulsar medidas para mejorar la calidad de la oferta turística española.

Además, la proposición recoge el promover una declaración institucional y un pacto de Estado en favor del sector turístico.

A ello se une fomentar el turismo cultural y hacer visible el potencial del patrimonio artístico español del interior, mejorar la competitividad y sostenibilidad del turismo rural e impulsar a España como destino mundial de ferias y congresos.

La diputada del PP, María del Carmen Navarro fue la encargada de defender la propuesta, y subrayó que la el sector turístico es “vital” para la economía española. En este sentido, recordó que representa alrededor del 10% del PIB.

Navarro lamentó que el Gobierno de Pedro Sánchez esté “más preocupado” por fotos y aviones que por “tomar medidas que refuercen la economía”.

La diputada popular señaló que esta iniciativa “nace de la preocupación” del PP por un sector que se ha visto atacado por grupos “ultras” que “pretendían destruir una base importantísima de la economía española”.

Desde las filas de Ciudadanos, el diputado José Luis Martínez mostró su respaldo al impulso de medidas, aunque criticó que cuando el PP estuvo en el Gobierno no se aprovecharan los años de bonanza para mejorar el sector. Además, se mostró poco confiado en las actuaciones que pueda llevar a cabo el actual Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Por su parte, el diputado del PSOE Juan Jiménez indicó que en España “no han sobrado los turistas y sí ha faltado planificación”, para trasladar al PP que “muchas de las medidas que proponen las deberían haber puesto ya en marcha” cuando llegaron al Gobierno en 2011.

Entre las formaciones críticas con la propuesta, el diputado del PNV Íñigo Barandiaran señaló que hay zonas turísticas con “masificación” y que es en ellas en las que se han podido generar situaciones de ‘turismofobia’.

Para Unidos Podemos, según la diputada Lucía Martín, la propuesta del PP “profundiza en el modelo liberalizado y precario” del sector turístico. “El modelo actual es insostenible, fomenta la temporalidad y la precariedad laboral”, además de generar “entornos hostiles” para los ciudadanos que viven en zonas turísticas.