Así queda reflejado en la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2017 presentada este lunes en el acto de apertura del Año Judicial, en la que se advierte de la progresiva integración de menores de 18 años en la estructura de las organizaciones terroristas y su mayor implicación en tareas de adoctrinamiento y de acciones concretas.

La Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional incoó en 2017 un total de 22 diligencias preliminares, principalmente por delitos relacionados con el terrorismo yihadista tales como integración y enaltecimiento terrorista (un total de 13), a los que hay que sumar otros cuatro expedientes incoados a finales de 2016.

Ocho de ellas fueron archivadas por no considerarse los hechos constitutivos delito o por no haberse podido aportar indicios suficientes de criminalidad para continuar la investigación, en uno de los casos el archivo se debió a que el investigado tenía menos de 12 años.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional destaca el salto cualitativo de las causas relacionadas con el terrorismo yihadista en las que hay menores implicados. Alerta sobre la naturaleza de los delitos investigados, que pasan de los de enaltecimiento del terrorismo a los de integración en organización terrorista, adoctrinamiento y traslado a zona de conflicto.

La creciente complejidad de los casos, que requieren medios de investigación más sofisticados tales como intervenciones telefónicas, agentes encubiertos, volcado y clonado de dispositivos electrónicos genera una importante carga de trabajo a los dos fiscales que se encargan de menores y plantea dudas sobre sus competencias y las del `juez de garantías´ que actúa cuando hay menores.

En 2017 ha habido dos menores implicados en expedientes vinculado con la organización terrorista ETA, uno de ellos implicado en la agresión a dos guardias civiles y sus novias en Alsasua. Hay otros seis menores incursos en causa de violencia callejera ocurridos el pasado año en Pamplona.

Durante el año 2017 se dictaron tres sentencias por el Juez Central de Menores de las que una fue absolutoria de un delito de autoadoctrinamiento, y las otras dos condenatorias por enaltecimiento terrorista.

El resto de los expedientes, instruidos su mayoría por delito de integración en organización terrorista, están siendo objeto de tramitación, pendientes de la remisión de diligencias solicitadas u objeto de intervenciones telefónicas.