Así se pronunció en una entrevista en Antena3 recogida por Servimedia en la que negó que la apuesta de Rajoy en las primerias del PP fuese la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. “En absoluto, la neutralidad de Rajoy se mantuvo hasta el último día”, replicó.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, anunció este sábado su deseo de celebrar una convención política los días 1 y 2 de diciembre y de que la lidere y coordine el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a quien además ensalzó por “anteponer los intereses de los gallegos a sus ambiciones personales”.

Casado acudió el sábado a Galicia y aprovechó para reunirse con Rajoy, con quien ha hablado “varias veces” este verano. “Coincidimos y estuvimos hablando un rato de los temas que han de seguir preocupando, las cuestiones que afectan a España”, manifestó el líder del PP.

Alabó lo “mucho” que hizo Rajoy por el PP y remarcó que “no puede aspirar a liderar un partido quien reniega de su historia”. Explicó que es precisamente por esta razón por la que mantiene el “máximo afecto y consideración” a los expresidentes populares.

En su encuentro, Casado trasladó a Rajoy que contará “con todos los medios y facilidades para establecer la actividad que quiera como expresidente y la representación que quiera tener, dependiendo lo que elija” y teniendo en cuenta que presupone que mantendrá una agenda institucional como exjefe del Ejecutivo.

Rechazó cualquier suerte de tensión con Rajoy, con el que sostuvo que mantiene una “excelente” relación. “El PP puede estar orgulloso de todo lo que ha hecho a lo largo de su trayectoria”, destacó Casado.

CONVENCIÓN PP

También habló de la Convención Nacional que el PP celebrará el 1 y 2 de diciembre, fecha elegida para hacerla coincidir con el 40 aniversario de la Constitución española. El objetivo, explicó Casado, es salir de este foro con las líneas que permitan hacer un programa electoral “escueto, muy claro, entendible y cumplible”, al estilo anglosajón.

Precisamente, enmarcó en esta necesidad de “reivindicar” la Constitución y la Transición su propuesta de promover una “ley de concordia”. El objetivo, indicó, es “revitalizar” la Carta Magna “sin necesidad de ser modificada” y que esta norma pudiera servir para “argamasar o refundir todas las cuestiones que pueden estar dispersas”, como los símbolos, las cuestiones de la Transición o “cómo responder a temas de lo que pasó hace 40 años”.