“Fue un toque de atención a Europa”, que junto la recepción del llamado ‘Aquarius 2’ “nos permitió empezar a trenzar alianzas con otros países europeos y a poner encima de la mesa la necesidad de recuperar una política común” en esta materia, explicó durante su comparecencia extraordinaria ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados.

En cuanto a las acusaciones de PP y Ciudadanos sobre que el ‘Aquarius’ provocó un efecto llamada, el ministro preguntó a los diputados que “si creen que en dos días” los migrantes de Mali o Níger “van a llegar aquí”.

¿Qué se creen? ¿Piensan que quienes tienen que atravesar el desierto y soportar mil tropelías de las mafias llegan aquí en cinco días? No, estaban ya aquí (en la frontera)”, indicó.

Por su parte, los portavoces de Unidos-Podemos e Esquerra Republicana, Ione Belarrra y Gabriel Rufián, respectivamente, criticaron “el cambio” en la política migratoria del Ejecutivo de Sánchez, que “recuerda a las peores prácticas del PP”.

También los populares acusaron al Gobierno de “pasar del buenismo del 'Aquarius' a una política improvisada de hechos consumados”, mientras que Ciudadanos le echó en cara gobernar “a golpe de ocurrencias y de improvisación”.

EL PP "NO HIZO NADA"

Según Grande-Marlaska, las rutas migratorias hacia la UE "cambian en función de distintos factores", y ya el año pasado se observó una reducción de los flujos en la ruta de los Balcanes y el Mediterráneo oriental y central, así como un incremento en el Mediterráneo occidental con destino a España. "Este año las entradas hasta finales de agosto han aumentado un 125% con respecto a 2017”, informó, pero “entre ese ejercicio y el anterior el crecimiento fue idéntico en tanto porcentual".

"Nos hemos encontrado una situación extraordinaria pero previsible", y lamentó que el Gobierno de Rajoy no se involucrase más a las instituciones comunitarias en la gestión de este fenómeno ni hiciese “nada” para resolver la situación desde 2017.

Sin embargo, ahora España "lidera por primera vez" una apuesta por mejorar las relaciones UE-Marruecos para una mejor protección de las fronteras españolas, apuntó el ministro.

En este sentido, defendió la coherencia y la utilidad de su política, gracias a la cual “hemos empezado a trenzar alianzas coyunturales y estructurales con otros países de la UE”, primero con Macron y después con Merkel y con otros, declaró.

Por último, el ministro criticó que el PP no haya hecho "nada" respecto a la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) para atender el aumento de solicitudes desde 2012.

Según sus previsiones, a finales de este año se llegarán a las 50.000 peticiones, motivo por el que el Gobierno de Sánchez ha aprobado una convocatoria extraordinaria de 323 plazas.

Del mismo modo, indicó que una comisión interministerial ha empezado los trabajos para abordar la situación de los menores no acompañados, “pero acabamos de empezar, y (estos menores) llevan ya meses y años aquí”.

Por otra parte, anunció que España va a reforzar el control fronterizo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y que se impulsará el uso de "medios más modernos, no lesivos", en referencia a las concertinas, y que nada más ponerse al frente de Interior, dijo que quería retirar.