En la Diputación Permanente de la Cámara Baja, ERC y PDECat vieron frustrada esta petición al anunciar PP, PSOE y Ciudadanos el voto contrario a la misma, a pesar de que el Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y el PNV sí vieron necesario que el ministro del Interior se explicase a este respecto.

En nombre de ERC, Gabriel Rufián mentó cuatro casos “muy graves” que han sucedido este verano en Cataluña y por los que consideró necesario que el “flamante” ministro se explique. En primer lugar, se refirió a unos hechos ocurridos el 16 de julio, cuando un grupo estaba tomando algo en una terraza de Barcelona y “alguien se acercó por detrás y le rompe un labio y la nariz a uno de los integrantes al grito de ‘viva España y viva Franco’ y le enseña una placa de Policía”.

El agredido en este caso en el que “nadie ha asumido responsabilidades”, prosiguió Rufián, no es otro que el fotoperiodista Jordi Borrás. Pasó al 22 de julio, cuando “un coche entró a 40 o 50 kilómetros por hora en una plaza pública de Vic arrollando centenares de cruces en recuerdo de los presos políticos” y a los hechos del 23 de ese mismo mes, cuando dos diputados del Parlament pertenecientes a ERC pasaron por delante de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona “y un guardia en la puerta les escupe y cuando se giran les insulta”.

Por último, mencionó lo ocurrido el pasado 18 de agosto que, según su versión, consistió en la identificación a un grupo de 14 personas “encapuchadas que estaban patrullando de madrugada” y “se les incauta navajas, cúteres y mapas”. “Una especie de equipos A de la extrema derecha”, valoró.

Por parte del PDECat, Carles Campuzano pidió una respuesta ante los hechos narrados por Rufián y ante “la participación de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en agresiones a ciudadanos de Cataluña durante este verano”. “Sería extremadamente grave que se extendiese la sensación de que determinados policías o guardias civiles de paisano están actuando de manera violenta”, alertó.

El secretario general de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, lamentó que “estos son los socios con los que está gobernando” el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y cargó contra Rufián por haber usado el calificativo de “miserables” para referirse a los miembros de su partido.

El diputado socialista David Serrada afirmó entonces que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizan una labor “fundamental” para garantizar los espacios de libertad en la esfera pública y tildó de “error” la solicitud de esta comparecencia porque se produce “en mitad de algunas causas judicializadas”. Y trasladarlas al Congreso, advirtió, “dificultaría enormemente” el desarrollo de las mismas.

Por último, Jorge Fernández Díaz fue la voz del PP que denunció la falta de “autoridad moral” que, a su juicio, hay tras esta petición. Declaró que su partido estará a lo que diga la Justicia y a las medidas que tome en estos u otros casos, aunque dijo que en estos casos la “presunción de inocencia” hacia los agentes mencionados si cabe tendría que ser “doble” habida cuenta de que los líderes independentistas “están vulnerando un día sí y otro también el Estado democrático”.