Exhumación de Franco

La Iglesia rezará por el perdón de los pecados de Franco cuando sea trasladado a otra tumba

MADRID
SERVIMEDIA

La exhumación y la nueva recepción de sepultura de los restos de Francisco Franco posibilitarán que la Iglesia pida por el perdón de los pecados del dictador cuando se produzca el traslado, según recomiendan la “costumbre piadosa” y el ‘Ritual de exequias’ de los católicos. Estas oraciones se producirán siempre que la familia solicite el acompañamiento de un sacerdote, dada la reconocida religiosidad de Francisco Franco.

Así lo explicó a Servimedia el director del Secretariado de la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote Luis García Gutiérrez, quien indicó que en el momento en que se saquen los restos del dictador del Valle de los Caídos debería estar presente algún cura. “Seguramente en este caso seguro que lo hay, porque está la comunidad de monjes benedictinos. Entonces seguro que se hace alguna oración. Aunque son todo suposiciones”, agregó el experto.

En su explicación, el liturgista subrayó, no obstante, que “para la exhumación de un cadáver no hay ningún rito católico” al haber transcurrido casi 43 años desde su muerte. “La liturgia no prevé la exhumación de un cadáver, porque propiamente la liturgia llega hasta el momento de la inhumación”. Lo que sí es “costumbre piadosa” en los fieles, “especialmente en los cementerios que son de propiedad de la Iglesia”, previa comunicación al párroco, como responsable del cementerio, es que un sacerdote acompañe en ese momento.

Además, las oraciones de exequias que se pronuncian en los entierros “siempre insisten” en “que el difunto sea acogido por Dios en el cielo, que sean perdonados sus pecados y el consuelo de los familiares”. Son las indicaciones que “aparecen constantemente” en el ‘Ritual de exequias’, el libro litúrgico para las defunciones de los católico, y que se podría aplicar al nuevo enterramiento de los restos de Francisco Franco, tras la exhumación que tiene prevista el Gobierno.

BENDICIÓN Y ORACIONES

“Como los restos de Franco van a ser sepultados en otro sitio, ahí sí, de nuevo, siempre si la familia lo solicita se hace ya como el rito de la inhumación: con la bendición del sepulcro y las oraciones normales correspondientes a un funeral”.

“El Código de Derecho Canónico dice que el sepulcro de los cristianos ha de ser bendecido, como principio general”, resaltó el sacerdote, que añade que el código va “de más a menos”. “Dice: allí donde un cementerio es católico, se bendice el cementerio en su conjunto; allí donde la titularidad no es católica -si el organismo que ha creado ese cementerio es, por ejemplo, un ayuntamiento o una mancomunidad-, y destina un lugar para el enterramiento de los cristianos, entonces se bendice esa zona; y, luego, según el código, si ni siquiera existe esa zona, se bendice tumba por tumba cuando se va a utilizar. Este es el principio general”.

Por ello, expone este responsable de Liturgia de la Conferencia Episcopal, “a partir de ese principio general en este caso, concretándolo, se haría como se hace siempre. Se va al cementerio, se bendice el sepulcro y se hace una oración, un responso, una palabra de Dios, unas peticiones y ya está. Y, en síntesis, litúrgicamente, los católicos no tenemos el rito de la exhumación”.

En el caso de que Franco sea enterrado en el Cementerio de Mingorrubio del Pardo en Madrid, donde se encuentra enterrada su esposa, Carmen Polo, la tumba ya ocupada por otros restos “se puede bendecir”, aunque “no es necesario”. Sin embargo, parece que la familia Franco descarta esta opción por seguridad.

Eso sí, “por elegancia y educación” el párroco responsable de asistir religiosamente el cementerio de destino, recibiría la petición del sacerdote de confianza que eligiese la familia para acompañar a los restos del dictador en su nuevo enterramiento.

Se suele comunicar al párroco responsable de ese cementerio, aunque “no hay ningún problema desde el punto de vista legal”. “Es decir, no es como el matrimonio, pues cuando un sacerdote va a oficiar un matrimonio en una parroquia que no es suya, si no tiene el permiso del párroco es matrimonio nulo. En este caso no hay problema, porque el muerto ya no es sujeto de nada, no tiene derechos ni deberes”.

INCINERACIÓN

Otra hipótesis que puede darse es que los restos exhumados se incineren. Ante este supuesto, el experto episcopal de Liturgia explicó a Servimedia que “en julio de hace dos años el Papa recordó la norma que ya existía sobre el destino de las cenizas”, y que éste debe ser “la sepultura o un lugar adecuado para que se conserven y para ir a rezar allí”, o sea, cementerios o columbarios.

La instrucción del Papa recordaba que no es conveniente para los católicos “la costumbre de esparcirlas por los montes, ríos y mares, o en lugares más peculiares como campos de fútbol” o de que, “como es carbono, sometiendo las cenizas a mucha presión y temperatura, convertir los restos en una pequeña joya y llevarla en el cuello”. “Esto es contrario a la sensibilidad y criterio de la Iglesia católica”, aseveró el padre Luis García Gutiérrez.

(SERVIMEDIA)
26 Ago 2018
AHP/pai