Así lo dijo a Servimedia el presidente de la ARMH, Emilio Silva, al entender que hay “mucha gente que está pensando que nos vamos a levantar un día y nos encontraremos con la noticia de que ya se ha hecho”. “¡Pues no hay que restarle ni un ápice de transparencia!”, demandó.

Por ende, pidió que no se haga nada “a escondidas” en el proceso que se abre este viernes, cuando el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar un decreto ley para dar cobertura legal a la exhumación de los restos del dictador. “La forma visible en la que fue enterrado Franco ha de ser la misma forma para desenterrarle”, argumentó.

A partir de ahí, Silva señaló que los tiempos dependerán en exclusiva de la voluntad del gabinete de Pedro Sánchez, porque “el único precedente o algo similar” sería el de la retirada de los restos del general José Sanjurjo.

Y, en ese caso, el juzgado contencioso-administrativo número 2 de Pamplona ordenó devolver los restos del general al monumento a los caídos de Pamplona del que fueron exhumados en noviembre de 2016, junto a los del general Mola y otros seis combatientes franquistas.

EVITAR UN REVÉS JUDICIAL

Según la interpretación del presidente de la ARMH, el Gobierno, con el decreto para exhumar los restos de Franco, querría evitar que se produzca una sentencia de los tribunales similar al del caso que afectó a Sanjurjo, que en su día se llevó a cabo tras un pacto entre el Arzobispado y el Ayuntamiento de Pamplona para que la cripta del monumento dejara de ser un lugar de enterramiento. La sentencia, que será recurrida por el Ayuntamiento, estimó el recurso presentado por la hija del general franquista.

El juez rechazó el acuerdo del Consistorio con el Arzobispado de Pamplona para clausurar el cementerio ubicado en el monumento a los caídos y negó que mantener allí los restos contravenga la Ley de Memoria Histórica, porque "la condición de las personas que allí se encontraban enterradas no puede tomarse como mención o símbolo (de exaltación franquista)".

“Debe ser el antecedente por el que el Gobierno debe estar blindándose a no abrir esa posibilidad”, opinó Silva, para quien lo lógico es que el Ejecutivo lleve a cabo la exhumación “a la mayor brevedad” para “eliminar todo el ruido que hay ahora” en torno a este tema.

Por último, abogó por que se haga pedagogía y se explique “claramente” por qué “no podemos poner encima de un pedestal” a un dictador. A su juicio, el Valle de los Caídos debe contar “su propia historia” y convertirse en una “unidad didáctica” útil para la ciudadanía, con “reportajes del NO-DO, explicaciones de las visitas de nazis y fascistas italianos en los años 60 o testimonios de quienes lo construyeron”.