La vocal de la Junta Directiva de la Asociación por la Tolerancia Marita Rodríguez afirmó, en declaraciones a Servimedia, que las instituciones “deberían permanecer neutrales”. “Vamos a hacer esta campaña de autoinculpación, porque nos parece algo verdaderamente pasado de rosca. La propaganda partidista en los espacios públicos, promovida desde el Gobierno autonómico, es una agresión permanente”, subrayó.

Rodríguez añadió que “es muy grave que intenten presentar Cataluña como una balsa donde no existe disidencia”. “Yo misma he quitado lazos amarillos. Teniéndolo todo en contra, tenemos que ser héroes. Nadie nos protege”, aseveró.

La Asociación por la Tolerancia invita a los que opinen de igual manera a acudir provistos de su DNI y, si lo consideran oportuno, del material que hubieran retirado de los espacios públicos, a la comisaría central de la policía autonómica el jueves 6 de septiembre a las 18.30 horas para ser “debidamente identificados de forma solidaria”.

La organización también invitó a este ejercicio de autoinculpación a todos aquellos que, sin haber llegado a retirar lazos y cruces amarillas, hayan pensado en hacerlo en alguna ocasión, así como a todos aquellos que hayan aplaudido a los que lo hicieron o piensen apoyarlos en el futuro.

Asimismo, la vocal de la junta directiva de la entidad condenó las declaraciones de la fiscal general del Estado, María José Segarra, que opinó este lunes que “no hay delito alguno ni en quitar ni en poner” símbolos en la vía pública, porque “forma parte de la libertad de expresión”. Rodríguez sostuvo que el Gobierno actual “lo disculpa todo” y que la fiscal “no puede hacer esas declaraciones cuando están llenando los espacios públicos y oficiales con simbología partidista”.

La Asociación por la Tolerancia no descarta repetir campañas de autoinculpación, acudir a los tribunales o incluso denunciar ante el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) en Ginebra, tal y como lo hizo en 1999 con motivo de la presunta discriminación lingüística de tipo oficial hacia la población de habla española en Cataluña.