El auto de prisión, dictado tras la comparecencia del detenido ante el juez, destaca que el investigado había sido captado por una célula salafista yihadista, que operaba en una zona marroquí entre las ciudades de Tánger y Salé, convirtiéndose en un “agente activo de radicalización”.

La labor, según el auto, “la realizaría en un local peluquería que regentaba y en domicilios privados organizando al efecto las oportunas reuniones”. Así captó y adoctrinó al otro investigado en esta operación, Omar K., y mantuvo contactos con individuos integrados en otras células yihadistas, y con el fin también de enviar muyahidines a Siria.

Entre los indicios contra él figuran los datos de una comisión rogatoria a Marruecos en la que un miembro de la célula terrorista le implica, seguimientos y vigilancias en la peluquería, observaciones telefónicas, actividades en redes sociales y conversaciones por WhatsApp con un combatiente en la zona sirio-iraquí, así como la declaración del otro investigado, Omar K., que ratificó el adoctrinamiento y captación por parte de El Mostafa, que nació en Tetuán (Marruecos) y tiene 46 años.