Para ello, la empresa extraerá el almidón de las cáscaras para usarlo como material de sus bolsas, y podría tener disponibles los primeros envases fabricados de este modo dentro de 18 meses.

La compañía, que pertenece al grupo PepsiCo, trabaja en la reducción del impacto medioambiental de los envases de sus productos, en el marco de una iniciativa de Carbon Trust, que ya le ha permitido reducir un 7% las emisiones de CO2 generadas en la fabricación de uno de ellos.

Según Carbon Trust, en torno a la mitad de la huella de carbono generada en el proceso de elaboración de los productos de Walkers correspondería a la fabricación de sus bolsas.