Según destacó Greenpeace este sábado, además de llevar a cabo esta campaña, las organizaciones ecologistas han dado la bienvenida al decreto de protección de la posidonia en Baleares, una normativa pionera en la protección de esta joya natural, y aseguró que debería ser replicada en otras comunidades autónomas y países del Mediterráneo.

Dado que su aprobación se produce en plena temporada estival, con una afluencia masiva de yates recreativos, pide que su aplicación sea inminente y que se asegure una dotación suficiente de medios materiales y humanos para que las sanciones sean efectivas desde el primer momento.

Según la ONG, con más de 100.000 años de antigüedad, la posidonia es el organismo vivo más longevo del mundo y, sin embargo, continúa siendo una gran desconocida. Esta planta autóctona del Mediterráneo forma un auténtico bosque marino al que hay que agradecer, por ejemplo, el color blanco de las playas más paradisíacas de Baleares, donde se concentra más de la mitad (el 52%) de las praderas del país.

La actriz Inma Cuesta explicó que “la posidonia es uno de los mayores tesoros del Mediterráneo. Es nuestro deber protegerla y salvaguardarla de los peligros a los que está sometida. Me siento muy emocionada de poder ayudar a Greenpeace y al resto de organizaciones en esta importante labor. Convirtámonos en guardianes y guardianas de la posidonia”. Por su parte, los jóvenes 'youtubers' Melo Moreno (Yellow Mellow) y Jonan Wiergo han transmitido el mismo mensaje a través de sus redes sociales.

JOYA DEL MEDITERRÁNEO

Entre sus numerosos beneficios, las praderas de posidonia proporcionan refugio para el desarrollo de gran cantidad de especies de interés comercial, protección de la línea de costa ante la erosión por el oleaje, absorben el CO2 y liberan oxígeno, actuando como pulmón del Mediterráneo y contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.

Según señaló Greenpeace, “su relevancia para el desarrollo económico y social del país es directamente proporcional a su vulnerabilidad: una vez que se destruye, los daños pueden ser irremediables. De hecho, en Baleares se ha estimado que las praderas de posidonia aportan un valor ambiental de 4.000 millones de euros tan solo en fijación del dióxido carbono y que cada hectárea aporta 14.000 euros al año”.

El muestreo social o 'crowdsourcing' de amenazas a la posidonia promovido por estas organizaciones servirá para visibilizar las numerosas amenazas a las que a diario se enfrenta la posidonia.

Durante todo el fin de semana, organizaciones y sociedad civil se echarán a la mar para contabilizar la presencia de embarcaciones fondeadas sobre las praderas de posidonia en una de las zonas más concurridas y amenazadas por el turismo náutico y los emisarios saturados por la sobrepoblación estival.

Desde su lanzamiento, el pasado 12 de julio, Greenpeace ha recibido más de 50 denuncias. Tras ello, las organizaciones harán públicos los resultados.