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Investigadores de la Complutense identifican los cambios de la disbiosis que desarrollan la hipertensión arterial pulmonar
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Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red del área temática de Enfermedades Respiratorias (Ciberes) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), liderados por Francisco Pérez Vizcaíno, han identificado en roedores los cambios de la microbiota intestinal (disbiosis) que desarrollan hipertensión arterial pulmonar.
El trabajo, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, abre un campo de investigación para el estudio de nuevas posibilidades terapéuticas para el abordaje de la hipertensión arterial pulmonar.
Esta enfermedad se caracteriza por un aumento de la presión en la circulación pulmonar como consecuencia de un estrechamiento de las arterias pulmonares. Se trata de una enfermedad progresiva que va sobrecargando paulatinamente el corazón.
La corrección de la disbiosis bacteriana podría tener efectos beneficiosos en la evolución de la enfermedad, según el estudio. “Varias estrategias terapéuticas se pueden emplear para restaurar el perfil bacteriano incluyendo cepas bacterianas específicas (probióticos), fibra o polifenoles que modulan el crecimiento bacteriano (prebióticos), antibióticos, o incluso el trasplante de heces”, sostuvo el investigador del Ciberes Francisco Pérez Vizcaíno.
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos del intestino. En personas sanas, la microbiota está compuesta por 100 billones de bacterias, hongos y virus; tres veces más que en las células. Con el desarrollo de las técnicas de secuenciación genética masiva y el análisis bioinformática, el estudio de la composición detallada de la microbiota se ha convertido en una tarea asequible.
En los últimos años, según Ciberes, se ha encontrado una relación muy firme entre la composición bacteriana de la microbiota y el estado de salud. En general, una mayor diversidad bacteriana, es decir, un mayor número de especies de bacterias, se relaciona con un mejor estado de salud.
La alteración patológica de la composición de la microbiota se conoce como disbiosis. Tanto en modelos animales como en humanos, varias enfermedades se relacionan con cambios específicos en la composición microbiana. Entre ellas destacan enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, cáncer e incluso enfermedades psiquiátricas.
Según Ciberes, la disbiosis no es meramente una consecuencia de la enfermedad, sino que desempeña un papel en el proceso patológico. Así, la microbiota es capaz de regular el sistema inmunológico.
(SERVIMEDIA)
25 Jul 2018
FGH/caa