Según informó Adif este martes en un comunicado, la auscultación es un procedimiento que permite analizar los principales parámetros de la vía mediante un tren provisto con sensores de ultrasonidos. De este modo, se facilitará la programación y realización de las labores de mantenimiento de los carriles, así como la prevención de posibles incidencias, mejorando la seguridad de la infraestructura.

El principal objetivo de los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de 36 meses, es la detección de posibles defectos internos en el carril mediante un sistema ultrasónico y la ubicación de dichos defectos puntuales mediante puntos kilométricos y coordenadas GPS.

Además, el contrato contempla un procedimiento de auscultación de soldaduras por ultrasonido que se aplicará en todos los tramos de nueva construcción o en aquellos afectados por trabajos de renovación, así como la realización de inspecciones en zonas de desvíos (bifurcaciones de vías) que quedan fuera de la auscultación estándar, donde se actuará con medios exclusivamente manuales.

El contrato se ha dividido en tres lotes, el primero de ellos para la auscultación en la red convencional de ancho ibérico; el segundo para la auscultación en la red convencional de ancho métrico; y el tercero para la auscultación con medios manuales.