Así lo destacó Ribera en la ‘Jornada sobre transición energética y justa’, organizada por CCOO y celebrada en el salón de actos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Ribera indicó que ese plan de transición justa será “parte complementaria e indispensable” de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuyo primer borrador quedará listo este mes de julio, y del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

“Queremos dar un giro a las políticas llevadas a cabo hasta la fecha. No basta con decir que queremos un modelo descarbonizado, de cero emisiones”, indicó, antes de señalar que “eso no se consigue solo”. “Queremos priorizar el mantenimiento y la creación de empleo sostenible en el tiempo intentando acompañar en la identificación las oportunidades que en cada espacio se den, proponiendo un trabajo muy centrado en las iniciativas locales con la participación intensa de los agentes locales. Es de locos pensar que si no hay una protección concreta de la gente va a ser posible llevar a cabo ese proceso de cambio”, agregó.

Ribera señaló que su departamento dio este martes “el pistoletazo de salida” a “poner a las personas en el centro” de un cambio de modelo productivo menos contaminante, puesto que “la transición ecológica no es una actividad reservada en exclusiva a los activistas ambientales”, y al “diálogo de verdad, que vaya más allá de intercambiar papeles”.

En este sentido, apuntó que “no podemos estar perdiendo el tiempo como hasta ahora” porque las emisiones de gases de efecto invernadero son “un lastre” para los ciudadanos, la actividad económica y los trabajadores en España.

“GRANDES VENTAJAS”

Ribera subrayó que el momento actual para cambiar el modelo energético es “particularmente sensible” por la impresión de que “hay heridas que no se han cicatrizado por la crisis económica y nuestro empleo sique siendo rampante”, por lo que abogó por “mirar al futuro de manera valiente y solidaria” porque España tiene “grandes ventajas” para acometer esa transformación energética.

A este respecto, comentó que la transición energética genera cuatro empleos nuevos por cada uno que destruye, con lo que “quedarse parado no ayuda nada”. Para ello, aseguró que cuenta con la “complicidad” de los ministerios de Trabajo e Industria, y consideró “imprescindible” que se sumen los de Economía, Hacienda y Educación.

Por otro lado, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, indicó que la transición hacia un sistema productivo libre de carbono debe generar “escenarios de oportunidad” en sectores ”con un potencial evidente, pero con un marco de relaciones laborales manifiestamente mejorable”.

Sordo abogó por diagnosticar los efectos económicos y laborales de los sectores afectados, y poner en marcha medidas para “una transición justa” de trabajadores y empresas mediante un plan estratégico estatal que sea fruto del diálogo con los agentes sociales.

Por último, el secretario general de la Federación de Industria de CCOO, Agustín Martín, recalcó que en el cambio hacia un nuevo modelo energético “se ha hablado muy poco de las personas” de los sectores y las comarcas que pueden verse afectados por el cambio.