Según un comunicado de la Policía Nacional emitido este viernes, el arrestado, que se encontraba temporalmente en la localidad gallega, actuaba en una zona concreta de la capital lucense. La recogida de vestigios biológicos en los lugares de comisión del delito fue clave para el arresto.

La investigación dio comienzo a raíz de la denuncia de una mujer que puso en conocimiento de los agentes que había sido agredida sexualmente en un portal, tras ser abordada por la espalda por un desconocido. A esta primera denuncia se sumaron las de otras dos agresiones que no llegaron a consumarse, ocurridas en menos de un mes.

Gracias a los datos aportados por las víctimas, los investigadores consiguieron obtener una precisa descripción del presunto autor de los hechos. Ante la presión policial, el presunto agresor decidió abandonar la localidad para dificultar su detención.

DETENCIÓN CASUAL

El agresor, que actuaba siempre en una misma zona de Lugo donde se encontraba temporalmente por motivos de trabajo, abordaba de manera sorpresiva y violenta a sus víctimas en portales de viviendas. La recogida de vestigios biológicos en los lugares de comisión del delito, resultó clave para su arresto.

El detenido, que carecía de antecedentes policiales, pudo ser identificado gracias a un arresto ajeno a las indagaciones, fruto del cual se le tomaron muestras de ADN. Una vez que agentes especializados de la Policía Nacional cotejaron dichas muestras biológicas, se pudo establecer la conexión con las agresiones sexuales cometidas en Lugo y se procedió a su inmediata detención en la localidad alicantina de Benidorm.