Así lo expuso en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores en el Congreso para dar cuenta de los proyectos de su Departamento, en la que destacó la importancia del fenómeno migratorio, porque “la presión no va disminuir en los próximos años”.

En su intervención, el ministro afirmó que esta situación exige “un enfoque a medio plazo”, por lo tanto nada de “soluciones inmediatas”, sino una “combinación de ayudas al desarrollo, una defensa de nuestras fronteras y unas políticas de retorno concertadas con los países de origen”.

Ante este escenario, pronosticó que África triplicará su población en los próximos 50 años y los conflictos en el Mediterráneo Oriental y en Oriente Medio se prolongarán durante “décadas”.

Por eso, aventuró que “la presión no va disminuir en los próximos años” y dijo que, por tanto, “las respuestas tienen que ser estructuralmente basadas en combinación de política de apoyo al desarrollo local, y eso pasa por luchar contra el cambio climático que desertifica el Sahel, y por luchar también por la liberación de la mujer, que es la única manera de conseguir detener una dinámica demográfica que nos puede conducir a un desequilibrio absolutamente insostenible”.

Con este escenario, dijo que “la solución no es cerrar, ni levantar muros, ni flotillas de barcos que impidan a los que quieran acudir a ese imán poderoso que significa para ellos Europa”.

“La solución es darles oportunidades de desarrollo en su tierra y controlar el crecimiento de la población para que ese desarrollo pueda llegar a todos y el crecimiento del producto no sea anulado por el crecimiento de las bocas que lo consumen”, añadió. Por ello, consideró “necesario reformar el sistema común de asilo y buscar un mayor equilibrio entre la responsabilidad y la seguridad”.

Además de en la intervención de Borrell, la cuestión migratoria salió en las intervenciones de algunos portavoces, como el del Partido Popular, Jordi Roca, quien remarcó la importancia de este Departamento para encarar “los retos que amenazan a España y a Europa”: el populismo y el nacionalismo.

Opinó que para combatir el populismo ha sido “desafortunada” la gestión en la acogida del barco ‘Aquarius’, porque “una cosa son los posados y otra especular con el sentimiento humano”.

Y recordó que sin hacer “reality show”, sino con “seriedad y discreción”, la Armada española ha rescatado del Mediterráneo a 15.000 personas, por lo que apeló a “volver a la seriedad y dejarnos del populismo”.