“El número de personas con alergia alimentaria se ha multiplicado; más del 30% de menores sufre algún tipo de alergia, las alimentarias son una parte importante y siete de cada diez reacciones graves se dan fuera de casa”, alertó la diputada de Ciudadanos Virginia Millán, proponente de esta iniciativa en la Comisión de Derechos de la Infancia y la Adolescencia.

Finalmente, la proposición no de ley ha sido aprobada con 17 votos a favor, 12 en contra y siete abstenciones y con una enmienda transaccional entre Ciudadanos y PP.

Por el PP, Isabel Cabezas dijo que “estamos totalmente de acuerdo” y pidió “medidas y protocolos” para asistir reacciones alérgicas entre los escolares y formar al personal de los colegios para que “conozcan los síntomas y reaccionar a tiempo”.

Begoña Tundidor, del PSOE, recordó que la anafilaxis es “la manifestación alérgica más grave y que puede llevar a la muerte a la persona que lo sufre”. Ángela Rodríguez (Unidos Podemos) reconoció que “nos preocupa que cada vez hay más shocks anafilácticos” y agregó que “queremos saber si tiene que ver con el tipo de alimentación”.

Con esta iniciativa, la Cámara Baja pide que se traslade al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la necesidad de contar con estos dispositivos y desarrollar un plan nacional de prevención de reacciones anafilácticas en centros educativos con un protocolo de actuación.