Mociones de ERC y PP
El Congreso rechaza dialogar sin condiciones e intervenir las finanzas y embajadas de la Generalitat
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El Congreso de los Diputados rechazó este martes sendas mociones de ERC y el PP sobre Cataluña: la primera pedía un diálogo político sin condiciones ni renuncias, y la tumbaron el PP, el PSOE y Ciudadanos (92 votos a favor y 242 en contra), y la segunda pedía intervenir las finanzas de la Generalitat, cerrar las embajadas y retirar los lazos amarillos y sólo la apoyaron el PP y Cs (163 votos a favor y 176 en contra)
El portavoz de ERC, Joan Tardà, presentó su moción pidiendo “que se hable de todo, que los constitucionalista hablen también de aquello que no les interesa”, igual que ellos aceptarán que se valoren las propuesta que de partida no les interesa. Así, llamó a “encarar el problema sin eufemismos, sin querer tomar el pelo a nadie”, porque si no “no habrá solución”.
Tardà dijo que no se trata de “desinfectar” Cataluña como dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, o “desinflamar” la situación como lo catalogó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, sino de “curar”. Según su enfoque, esto es posible “sólo si las partes reconocen que hay que hablar de todo sin condiciones y sin renunciar a nada”, porque establecer “aquello de lo que no se puede discutir es sembrar el fracaso”. Una vez se planteen las diferentes propuestas, “será la ciudadanía la que decidirá qué opción es la mejor”, y prometió que ERC acatará “lo que decida el pueblo de Cataluña”, aunque sea una simple reforma de la Constitución o acatar un Estatuto de Autonomía. Eso sí, advirtió de que si los constitucionalistas no son capaces de hacer lo propio, “no esperen colaboración de ERC”.
Joan Mena, de Unidos Podemos, presentó la enmienda de su grupo a la moción reprochando al PdeCat que no apoyara la moción de censura del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias y proponiendo un diálogo que trascienda a dos gobiernos en minoría como el español y el catalán, sino también de instituciones y sociedades y ciudadanos. Criticó al PP y Ciudadanos diciendo que “sólo saben sobrevivir en la tensión”, defendió como avance hacia la normalidad la entrevista entre Iglesias y el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra.
Desde el PSOE, José Zaragoza cuestionó la oferta de diálogo incondicional cuando, a su juicio, lo que los independentistas plantean es un “lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas”,y les pidió “lealtad” y “reciprocidad” así como “compromiso con unas reglas acordadas desde el inicio, con el marco legal vigente”. Un compromiso que le parece necesario después del referéndum del 1-O y sobre el que preguntó a los independentistas por el contenido de una enmienda del PSOE a la moción: “¿Se comprometen a defender sus ideales sin saltarse las leyes y la Constitución?” El diputado socialista vaticinó que se verán atacados por los extremos y emplazó a los independentistas a llevar a cabo ese diálogo en la comisión para la evaluación del Estado autonómico.
Desde el PdeCat, Ferran Bel contestó a Mena que debería preguntarse por qué su moción no triunfó y ésta “de mínimos” de Pedro Sánchez sí, y a Zaragoza que el PSOE debe tener poca convicción en sus ideas al poner limitaciones desde el principio a aquello de lo que se puede dialogar. Dijo entender que después del diálogo llegará la negociación y que en ella todas las partes tengan que renunciar a algo, pero que sería un error de Sánchez que al reunirse el próximo 9 de julio con Torra marcara ya cosas de las que no se puede hablar.
Por el PNV, Mikel Legarda anunció de antemano su apoyo a la moción de ERC y al “derecho a decidir” del pueblo catalán y su ejercicio de “forma pactada”, tras diálogo, negociación, pacto y referéndum. Apuntó la necesidad de equilibrar legalidad y principio democrático porque la primera no basta cuando “se rompe el cuerpo político” y porque la democracia requiere la “ponderación permanente” de los principios en conflicto, pero también excluyó la unilateralidad.
El portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, desdeñó la “retórica de las naciones sin Estado” ante el sujeto soberano, frente al que un movimiento independentista, o triunfa por la fuerza y cambia la legalidad, o fracasa como el catalán y se convierte en un golpe de Estado que divide a la sociedad. También puso en duda que los independentistas quieran ahora dialogar cuando el Parlamento catalán acaba de admitir a trámite una moción de la CUP que recupera leyes suspendidas por el TC y margina a Ciudadanos, partido más votado en Cataluña, en la televisión pública autonómica.
“Para ustedes la diversidad no existe porque tienen que cumplir la profecía del pueblo único”, subrayó, en nombre de la mitad de los catalanes que rechazan “el nacionalismo que la Historia ha dejado en las cloacas” y que han hecho de un partido estatal como el suyo el más votado en Cataluña, rompiendo la tesis de que hay una lucha entre el pueblo catalán y el reino de España.
Finalmente, cuestionó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pase de llamar “racista” a Torra a considerarle “un hombre respetable a cambio de un puñado de votos”, los que le hicieron presidente del Gobierno en la moción de censura. El portavoz del PdeCat, Carles Campuzano, le pidió que retirara el calificativo de “racista”, pero Girauta se negó al considerarlo “descriptivo” de una salida objetiva, así que Campuzano presentó una queja a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para retirarlo del diario de sesiones (en ese momento estaba
Desde el PP, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, argumentó que el diálogo no es un fin, sino un medio, y dejó establecido que para su partido “la unidad de España es innegociable”. Seguidamente, sugirió a Tardà que comiencen el diálogo con la otra mitad de Cataluña o entre ellos mismos, pues el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no anunció a nadie su intención de irse a Bélgica.
Recordó que su predecesor, Artur Mas, anunció ya en 2010 que pondría “rumbo de colisión con el Estado” y preguntó entonces quién es el responsable del conflicto y de querer hacer extranjeros a la mitad de los catalanes. Finalmente, pidió al Gobierno que no caiga en el error de intentar el “apaciguamiento” con quien “quiere imponer su voluntad a toda costa”, porque ello depara la humillación y luego el conflicto, en alusión obvia al intento del exprimer ministro británico Neville Chamberlain de apaciguar a Adolf Hitler con la cesión de Checoslovaquia.
A la salida del Pleno, Tardà dijo que el rechazo a su moción era “pan para hoy y hambre para mucho más tiempo”, y “un error político muy grave”, porque expulsaba del diálogo al 80% de los catalanes que apuestan por el diálogo sin condicione, y lo comparó con una negociación que obligara a hablar sólo del referéndum. Anunció que trasladaría lo sucedido al Gobierno catalán, aunque auguró que no vería con buenos ojos el rechazo.
MOCIÓN DEL PP
Una segunda moción, ésta del PP expuesta por Alicia Sánchez-Camacho, sobre el supuesto intento del Gobierno socialista de reponer los artículos del Estatuto catalán de 2006 suspendidos por el Tribunal Constitucional, prosiguió el debate de la anterior. Sánchez Camacho, como Fernández Díaz, insistió en responsabilizar del conflicto a los independentistas por instigar el odio y atribuyó el éxito de la moción de censura contra el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy a las cesiones sobre presos o la introducción del derecho de autodeterminación en la Carta Magna.
La diputada popular lo argumentó señalando que ERC no había aceptado ninguna enmienda a su moción y preguntó a Sánchez si, después de pactar con el Gobierno del PP la supresión de las embajadas catalanas y el Diplocat, ahora veía bien su proliferación. También le recordó al PSOE que el propio Sánchez calificó de “racista” a Torra y preguntó al Gobierno si garantizará que no haya lazos y cruces amarillos en las instituciones y las playas para garantizar la neutralidad del espacio público, y si defenderá al Rey contra la ruptura de relaciones decretada por el Gobierno catalán de Quim Torra. Finalmente, pidió a los independentistas que no “repitan errores del pasado” conduciendo a un “diálogo imposible” ni les roben lo que es suyo.
Bel volvió a intervenir en nombre del PdeCat para presentar una enmienda de sustitución a la moción del PP; lo hizo criticando que “un falangista” como Girauta calificara de “racista” a Torra (el de Ciudadanos le devolvió el insulto desde el escaño) y preguntando a los populares si se debe respetar o no el resultado electoral de las elecciones autonómicas. Defendió las embajadas porque están dentro de sus competencias autonómias y denunció que después de limitar lo debatible en el Parlamento catalán se limitan los partidos políticos. En esa línea, volvió a abogar por el diálogo y resolver conflictos políticos con soluciones políticas y no judiciales.
También repitió Legarda desde el PNV, para anunciar el voto en contra de la moción del PP por estar “en las antípodas” de la de ERC y no reconocer la realidad social de Cataluña sino enquistar el problema.
En cambio, por ERC intervino Carolina Telechea i Lozano, quien contestó punto por punto a los de la iniciativa del PP. A la petición de intervenir las finanzas de la Generalitat para que no se destinen recursos públicos al proceso independentista opuso los supuestos derroches del Gobierno del PP, a la de cerrar embajadas sostuvo que son legales, y finalmente defendió la libertad de los “presos políticos” frente al apartado del PP que llamaba a retirar la simbología independentista del espacio público.
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, negó a ERC la representación de todos los catalanes, esgrimió los votos de este partido en las elecciones autonómicos y anunció su apoyo a la moción del PP, aunque le reprochó que no diga al Gobierno cómo tiene que aplicar los puntos de la misma, porque la única forma es extendiendo el artículo 155 de la Constitución, y populares y socialistas se avinieron a levantarlo. Finalmente, volvió a deslizar la sospecha de un “pacto oculto” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con “hipotecas” a cambio de los apoyos a su moción de censura, y le pidió que “no se vuelva a equivocar” como su predecesor José Luis Rodríguez Zapatero, porque ceder debilita.
Desde Unidos Podemos, la diputada de En Comú Podem María del Mar García Puig, reprochó “como catalana y española” a PP y Ciudadanos que sigan con la estrategia de la confrontación y su idea “trasnochada” de España, con una moción que insiste en los errores del anterior Gobierno de Mariano Rajoy. Por tanto, calificó de “ridícula” la moción y con el voto en contra confió en que la cámara reniegue de la política del PP en Cataluña.
En la misma línea, Zaragoza recordó la “irresponsabilidad” del PP cuando fue desalojado del poder en 2004 y buscó rédito electoral en la confrontación territorial y lo comparó con lo que a su juicio pretende hacer ahora. Además, recriminó a la moción que pida hacer cosas que no hizo el Gobierno del PP con el 155, como retirar los lazos amarillos o cerrar las delegaciones de la Generalitat en el exterior.
(SERVIMEDIA)
26 Jun 2018
KRT/gja