España es “clave” en el tráfico ilegal de especies en el mundo, según WWF
- Esta organización denuncia “graves carencias” en la lucha contra “el negocio de la extinción”
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España desempeña un papel “clave” como importador y exportador de flora y fauna silvestre al resto de Europa y del mundo, puesto que es el principal país de destino de pieles de reptil y recibe casi un tercio de las pieles con las que se trafica en el mundo, a pesar de carecer de un centro de rescate de referencia.
Así se desprende de un nuevo informe de WWF titulado ‘El negocio de la extinción en España’, hecho público este martes. El estudio se enmarca en la campaña ‘Stop Tráfico de Especies’, que esta organización mantiene en marcha y que cuenca ya con más de 55.000 apoyos para pedir que el Gobierno español dé la máxima prioridad a este tema.
El estudio, que recoge datos sobre comercio legal y tráfico ilegal de especies en España entre 2006 y 2015, indica que en esa década se ha producido un notable aumento de la demanda comercial, un promedio de más de 3.300 especímenes incautados al año y problemas de falta de recursos, escasa coordinación entre administraciones y poco rigor en la aplicación de la normativa reguladora de una de las mayores amenazas para la conservación de la biodiversidad.
WWF señala que España desempeña un papel fundamental en el comercio internacional de especies debido a su estratégica situación geográfica y sus relaciones históricas con el norte de África y Latinoamérica. No en vano, en este país se importaron unos 4,5 millones de especímenes amparados por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
Entre ellos, las cifras más altas corresponden a reptiles (2,5 millones de unidades), plantas (1,7 millones) y mamíferos (92.000 ejemplares). Del total, cerca de 2,3 millones fueron ejemplares vivos. Además, el informe destaca los casi 9.000 objetos pertenecientes a trofeos de caza, entre ellos 1.095 de elefante africano.
Las exportaciones legales responden a ciertas capacidades de producción o transformación más que a la fauna propia de España, que es un importante productor de aves rapaces, sobre todo diurnas, con destino países de Oriente Medio para la cetrería. También destaca el papel de este país como reexportador de pieles de reptiles, previamente importadas, que se vuelven a exportar una vez curtidas y acabadas.
“PUERTA DE ENTRADA”
Por otro lado, WWF indica que España es también la “puerta de entrada” de importantes cantidades de animales que pertenecen al tráfico ilegal de especies silvestres, uno de los delitos organizados más lucrativos en el mundo.
Los reptiles constituyen el grupo más traficado en España y sus pieles alcanzaron el 60% de las incautaciones entre 2005 y 2012. De hecho, España es el principal país de destino de pieles de reptil del mundo (31%), por delante de Singapur (16%), y recibe casi un tercio de las pieles con las que se trafica en el mundo. El resto de incautaciones corresponden a animales vivos para mascotas, como la tortuga mora, que se importa desde el norte de África. El informe también recoge datos de tráfico ilegal de angulas, loros, aves rapaces.
“El tráfico de especies es un sangriento negocio que mueve entre 8.000 y 20.000 millones de euros al año. Es un crimen equiparable por volumen de negocio al tráfico de drogas o al de armas y, sin embargo, está mucho menos perseguido. Este delito, que promueven poderosas mafias internacionales, es un crimen contra la naturaleza en el que solo unos pocos se enriquecen”, apunta WWF.
Además, esta organización recalca que se trata de la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, después de la destrucción de hábitats, y que traficar con fauna y flora salvaje amenaza la supervivencia de animales como el tigre, el elefante o el rinoceronte.
(SERVIMEDIA)
26 Jun 2018
MGR/gja