Jáuregui tomó posesión de la cartera entregada por la saliente María Teresa Fernández de la Vega, que hizo lo propio también con Alfredo Pérez Rubalcaba al traspasarle las competencias de la Vicepresidencia Primera y la Portavocía del Gobierno.

“Todo lo que tengo, todo lo que sé, se lo voy a entregar a este Gobierno”, aseguró Jáuregui, con quien Pérez Rubalcaba aseguró que formará un equipo que es “garantía de futuro” para afrontar los retos pendientes.

En ese equipo Jáuregu incluyó también al director de Gabinete del presidente, José Enrique Serrano, como un equipo que será “una pieza más del engranaje” que es el Ejecutivo, y a los que prometió “trabajo leal”.

Jáuregui desveló que el presidente le llamó el martes por la noche y entre otras cosas le habló “con afecto” de la tarea desempeñada hasta ahora por Fernández de la Vega, a la que definió con dos palabras, “todo trabajo”.

Recién llegado de Estrasburgo como eurodiputado y en un momento de grandes cambios ante los que los ciudadanos reclaman esfuerzos compartidos y que los gobernantes sean capaces de regular de nuevo mercados y objetivos, Jáuregui expresó su confianza en que “dos tardes” de lecciones “magistrales” por parte de Pérez Rubalcaba le basten para ponerse al día de la política nacional, “de la que no me he ido del todo nunca”.

Gobernar es “muy difícil”, aseguró Jáuregui, y lo que puede asegurar al asumir el cargo es que “lo vamos a intentar. Vamos a darlo todo y, si es preciso, siendo un poco melodramático, moriremos en el intento”.

Pérez Rubalcaba y Jáuregui abarrotaron en su toma de posesión la sala acondicionada para el acto, con la presencia de muchos otros miembros del Gobierno, entre ellos Manuel Chaves, José Blanco, Carme Chacón, Miguel Sebastián, Cristina Garmendia, Ángeles González-Sinde, las ex ministras Beatriz Corredor y Bibiana Aído; el presidente del Senado, Javier Rojo, y otros parlamentarios y dirigentes del PSOE.