En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, vovió a señalar como uno de sus puntos fuertes en esa pugna el hecho de conocer "muy bien" el partido desde sus pases y sus estructuras locales, y enfatizó su deseo de encabeza una candidatura "de todos, en la que se puedan ver reflejados todos los afiliados del PP".

Insistió en que España necesita un PP "fuerte, a la altura de las circunstancias en un momento crítico", que se mantenga asentado en sus valores; también reivindicó la defensa de la unidad de España como un eje "absolutamente fundamental" de su identidad política, y abogó por "hablar sin complejos de aquello que somos", también "el orgullo de ser del PP", a pesar de que haya habido comportamientos "impresentables" que han quedado "desterrados".

Se erigió también en adalid del "cambio en la cultura del partido" que suponen las primarias, y reconoció el "orgullo" que supone para ella haber sido la secretaria general que ha impulsado ese mecanismo de participación directa de la militancia en la elección de su liderazgo.

Preguntada por la disposición a integrar a otros candidatos, reiteró que quiere "contar con todo el mundo" porque en el PP "hay mucha inteligencia y ganas de hacer las cosas bien", y de hecho algunos de sus "compañeros magnificos" del partido se han presentado tambien. Quiere "contar con todo el mundo, por descontado", insistió, y "en la posición en la que esté" cada cual tras las votaciones.

Cospedal se mostró convencida de que haber dado la cara en momentos complicados para el PP es algo que cuenta en su haber, porque es "algo bueno". "Es duro, porque te la parten, pero es bueno", argumentó, convencida de que los militantes "prefieren a alguien que da la cara que a las personas que se esconden". "No me arrepiento de nada", añadió, a pesar de ser consciente de que en algunos momentos puede haber perjudicado su imagen.