Así se pronunció en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde manifestó su respeto por todos los aspirantes a liderar el PP tras la marcha de Mariano Rajoy, ya que son “buenos amigos y amigas y han tenido el coraje de presentarse”. “Ahora, en los próximos días, quiero conocer planteamientos de cada uno”, aseguró.

No obstante, admitió que García Hernández es un candidato que le cae “especialmente bien”, porque “está reivindicando alguno de los principios del PP que entiendo que son convenientes y necesarios”. Por ello, vio “posible” apostar finalmente por el secretario de Exteriores del PP aunque sea “muy difícil” elegir entre “tan buenos candidatos”.

“Todos ellos son buenos”, recalcó, para acto seguido volver a alabar el “gesto de valentía y coraje” de García Hernández al ser el primero en lanzarse a la carrera sucesoria. A su juicio, sería un buen líder porque está reivindicando el humanismo cristiano junto al carácter liberal-conservador del PP, algo que “nos distingue claramente del resto de partidos, en particular de Ciudadanos”.

Sin embargo, también mentó a la todavía secretaria general de su formación, María Dolores de Cospedal, con la que tiene una “magnífica relación”. Por tanto, se mostró seguro de que sería “una magnífica presidenta” del PP.

Finalmente, dijo que “en absoluto” teme que el PP se divida tras el proceso congresual en el que se elegirá al sucesor de Rajoy, ya que impera un “cierto patriotismo de partido”. “Todos somos compañeros y somos conscientes del momento histórico que para el PP estamos viviendo y el PP ha de salir reforzado de esta cita”, remachó.