El Ejecutivo "no ha hecho ni un gesto de más estos días", subrayó Calvo en la primera sesión de control al nuevo Gobierno, tras insistir en que todo el proceso ha estado coordinado con las ONG y la Generalitat Valenciana.

Defendió así la gestión de su Ejecutivo ante las críticas del diputado popular Carlos Rojas, quien le acusó de "montar un festival" a la llegada del barco "como si fuese un reality".

Según Calvo, "no ha habido sobreactuación; ha habido una respuesta solidaria y clara a una emergencia humanitaria, después de que Italia y Malta cerrasen sus puertos. Yo entiendo que ustedes no lo entiendan, pero sí lo han entendido en Europa y en el resto del mundo, donde han visto cómo es la sociedad española, y lo han entendido los hombres y mujeres de aquí, que han demostrado su solidaridad".

Finalmente, la vicepresidenta justificó la elección de Valencia como lugar de llegada porque "era el puerto física y geográficamente más cercano, después de que Italia y Malta cerrasen los suyos y de que Francia no hiciera su ofrecimiento hasta después" de que el 'Aquarius' emprendiese la marcha (cuando la decisión ya se había tomado).

Para Rojas, la explicación de que se eligiera Valencia en función de sus coordenadas no es cierta, y criticó al Gobierno por "querer dar un golpe de efecto" con este tema.

Preguntó por qué no se informa de los 43 desaparecidos en el Mar de Alborán hace unos días, y subrayó que fue el Gobierno de Zapatero quien empezó a utilizar las concertinas en Ceuta y Melilla, que "ahora quieren quitar".

En su opinión, el Ejecutivo de Sánchez actúa de forma totalmente irresponsable en la gestión de la inmigración, "como si fuese un reality".