El presidente de TI en España, Jesús Lizcano, valoraba así, en declaraciones a Servimedia, el debate abierto después de que este miércoles El Confidencial publicase que el ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, defraudó a Hacienda 218.322 euros con una sociedad que montó en 2006.

Lizcano señaló que no se pronunciaba sobre el caso concreto de Huerta, pero indicó que en la Administración “la ejemplaridad tiene que ser inherente al cargo” y que quien ostente un puesto público ha de “mostrar esa ejemplaridad no solamente en el presente, sino en el pasado también”.

Añadió que “por el hecho de estar representando a una institución pública, ya sea un ayuntamiento, una diputación o un Parlamento, y estar teniendo que rendir cuentas y financiándose por el erario público, el nivel de ejemplaridad debe estar por encima de la media”.

Lizcano remarcó que “los cargos públicos y políticos tienen que mostrar un alto nivel de ejemplaridad respecto a la ciudadanía, porque realmente son el referente social, el referente público, y están obligados en mayor medida”. Por último, afirmó que “todo el mundo está obligado pero ellos quizá tienen un plus de necesaria ejemplaridad”.