Crisis Gobierno. Zapatero busca “reforzar el discurso político” para encarar el final de la legislatura
- Destaca la capacidad de “explicación” de los nuevos pesos pesados, Rubalcaba y Jáuregui
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó hoy los cambios en su Ejecutivo por el deseo de "fortalecer nuestro discurso político" ante la última fase de legislatura, una vez que el acuerdo con PNV y Coalición Canaria garantiza la estabilidad presupuestaria y parlamentaria.
Después de comunicar al Rey los cambios en el Gobierno, los confirmó en rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, y destacó que los decidió una vez despejado el horizonte presupuestario y parlamentario gracias al acuerdo con el PNV y Coalición Canaria.
Una vez que ese acuerdo ha permitido rechazar en el Congreso de los Diputados las cinco enmiendas de totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos, el presidente considera “garantizado” el apoyo a las cuentas y también a las leyes que serán “instrumentos imprescindibles de la política económica” para el próximo año y, por tanto, hasta prácticamente el final de la legislatura.
Dirigentes políticos y ciudadanos, aseguró el presidente, son conscientes de que el rechazo a esas cuentas hubiera acarreado “graves consecuencias políticas y económicas” para el país y, de hecho, gran parte del esfuerzo desplegado para ganar confianza dentro y fuera de España “se habría perdido”.
“Afortunadamente, no ha sido así”, subrayó, y gracias al respaldo de PNV y Coalición Canaria la tarea de los próximos meses, “aun dentro de la crisis seria” que aún persiste, se puede afrontar “con un horizonte de mayor seguridad y en un marco económico más estable”.
Por ello, “se dan las condiciones para volcarse con un esfuerzo renovado” en la tarea prioritaria de completar las reformas pendientes y acelerar la recuperación económica. “El rumbo está trazado pero hay que recorrerlo hasta el final” y para ello hace falta un Gobierno “renovado y políticamente reforzado”, compuesto por personas “con un perfil político muy claro, trayectoria de gestión y gran capacidad de comunicación, de explicar con claridad a la sociedad lo que estamos haciendo”.
Es un Gobierno, insistió, “de gran fortaleza política para completar una tarea de gran envergadura. Va a ser el Gobierno de las reformas, de la recuperación definitiva de la economía y del empleo. Este es el sentido político de los cambios”.
REMODELACIÓN
En virtud de ello, Alfredo Pérez Rubalcaba seguirá en Interior pero será también el nuevo vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega, a la que propondrá como miembro del Consejo de Estado, y Ramón Jáuregui entra como nuevo ministro de Presidencia.
Trinidad Jiménez sustituirá en Asuntos Exteriores y Cooperación a Miguel Ángel Moratinos, cuyo nuevo destino no fue revelado por el presidente. La cartera que Jiménez deja, Sanidad y Política Social, será asumida por Leire Pajín, que sumará a sus competencias las de Igualdad, cartera que desaparece, como la de Vivienda, materia que quedará en Fomento.
Valeriano Gómez será el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración en sustitución de Celestino Corbacho, y la ex alcaldesa de Córdoba y hasta ahora consejera de la Junta de Andalucía Rosa Aguilar, relevará a Elena Espinosa al frente de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Además de remodelar el Gobierno, Rodríguez Zapatero reduce los ministerios a quince y elimina dos de sus grandes apuestas, Igualdad y Vivienda, lo que justificó por la voluntad de responder al deseo “mayoritario” expresado por el Parlamento de contribuir con esa reducción a los esfuerzos de austeridad.
El presidente tuvo palabras expresas de gratitud para todos los que dejan el Gobierno, en particular a quienes han estado en él desde el comienzo, desde 2004. El agradecimiento a Fernández de la Vega “no se puede expresar sólo con palabras”, aseguró, “por su dedicación, su trabajo día y noche, su coraje, entrega, su aportación decisiva al desarrollo de derechos y libertades fundamentales, a la defensa de la igualdad”.
Fue la primera vicepresidenta de la historia democrática de España, recordó, y su gestión dejará “una huella imborrable en este país y entre todos nosotros”.
Igualmente, agradeció la dedicación de Moratinos y Espinosa, y de Beatriz Corredor y Bibiana Aído, que han tenido “la difícil tarea de lanzar y consolidar nuevas políticas”, y de Corbacho, que encabezó Trabajo “en un momento particularmente difícil” pero al que agradeció que deja “encauzada una importante reforma” del mercado laboral.
RUBALCABA Y LUCHA CONTRA EL TERRORISMO
De manera especialmente intensa se refirió el presidente al ascenso de Pérez Rubalcaba a la Vicepresidencia Primera, en primer lugar para justificar su permanencia en Interior por la necesidad de preservar los éxitos que se han logrado en los últimos tiempos en la lucha contra el terrorismo “en momentos tan decisivos para avanzar hacia el final de ETA”.
En este sentido, subrayó que se han logrado “grandes avances” para un final del terrorismo “que será difícil y complicado”, pero que se debe a la fortaleza de la democracia y “en medida” a la acción del Gobierno y particularmente del Ministerio del Interior con Pérez Rubalcaba al frente.
“Preservar eso es un acto de responsabilidad” y, dado que el ministro tiene acreditada su capacidad de trabajo, se mostró convencido de que será también “un gran portavoz” en un Gobierno que el presidente quiere ver volcado en la tarea de explicar a los ciudadanos los esfuerzos que se han emprendido para salir de la crisis económica.
Al argumentar esos avances en la lucha contra ETA, Rodríguez Zapatero reiteró la necesidad de mantener la prudencia pero se refirió a un dato “determinante”: “lo que se está viviendo en la izquierda abertzale” y sus mensajes, que son “insuficientes hoy, pero que no van a ser en balde”.
No obstante, el presidente dejó ver que el Gobierno seguirá en la misma línea que hasta ahora en materia de lucha antiterrorista y negó por “absolutamente incierto” que el acuerdo presupuestario con el PNV esconda intenciones en otro sentido.
Pérez Rubalcaba ejercerá la labor de portavoz del Gobierno, pero el presidente destacó también la capacidad de diálogo y comunicación del nuevo ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, del que dependerá la relación con las Cortes Generales y al que el portavoz, aseguró, pedirá que despliegue también sus dotes explicativas ante los partidos y ante los ciudadanos.
Pese a reconocer que las interpretaciones son libres y habrá quien lea el ascenso de Pérez Rubalcaba en clave sucesoria, el presidente subrayó que este Gobierno está diseñado “sólo” para “fortalecer el discurso político”, consolidar las reformas y encarar el final de la legislatura “con fuerza renovada”.
NO ACLARA SI SERÁ CANDIDATO
En ese sentido, se negó a desvelar nada sobre su intención o no de aspirar a un tercer mandato, pero dejó claro que en el PSOE “no hay dedo posible” a la hora de nombrar a los candidatos, y se remitió de hecho a “ejemplos muy recientes”.
Ante las insistentes preguntas sobre ello, Rodríguez Zapatero quiso insistir en que el nuevo Gobierno responde a la demanda de los ciudadanos de “explicar más, tener más iniciativa política, de volcarnos más, y eso es para lo que está pensado, sólo para eso”.
Hace dos semanas había quien pensaba dentro del PP que el Gobierno estaba condenado a una crisis política agudizada por no poder sacar adelante los Presupuestos “y donde se ha producido la crisis política es en el PP de Canarias”. “Vamos a trabajar”, zanjó el presidente.
MARCELINO IGLESIAS
Dado que Pajín dejará la Secretaría de Organización del PSOE, Rodríguez Zapatero confirmó que el próximo sábado propondrá al Comité Federal del partido su sustitución por el hasta ahora presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, “cuya manera de hacer las cosas tiene un reconocimiento unánime” en las filas socialistas.
El presidente confirmó también que el primer paso de la remodelación lo dio el domingo por la tarde, poco después de mantener públicamente que el único cambio sería la sustitución de Celestino Corbacho.
Más allá de defender que es una competencia exclusiva, el presidente argumentó que las “reflexiones” sobre posibles cambios se dan “con cierta frecuencia” pero la decisión sólo llega “cuando descuelgas el teléfono y llamas a la primera persona que entiendes que debes llamar”.
(SERVIMEDIA)
20 Oct 2010
CLC/caa