Fuentes de la dirección nacional del PP explicaron a Servimedia que Rajoy quiere aprovechar una excepcionalidad incluida en los Estatutos para celebrar antes del mes y medio reglamentario el cónclave en el que abandonará la Presidencia y pondrá fin a casi cuatro décadas de carrera política.

Los Estatutos del PP establecen que la convocatoria de un congreso debe hacerse con un plazo mínimo de dos meses en el caso de ser ordinario y de mes y medio en el caso de ser extraordinario, como sucede ahora al no agotarse el mandato de tres años para el que Rajoy fue votado en febrero de 2017.

Sin embargo, el artículo 32.2 de los mismos Estatutos facilita que pueda ser convocado "en casos de excepcional urgencia, con tan solo treinta días de antelación, haciendo constar en la convocatoria el motivo de convocar y las causas que fundamentan la urgencia".

La convocatoria oficial de este Congreso Extraordinario tendrá lugar el lunes que viene, 11 de junio, en una reunión de la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre cónclaves y que entre sus competencias cuenta precisamente con la de aprobar este tipo de decisiones. Según la norma general, el Congreso del adiós de Rajoy no podría ser antes del 25 de julio pero Génova no descarta hacerlo unos días antes aprovechando la excepción para casos de urgencia.

Otra singularidad del Congreso es que, al ser extraordinario, "no será obligatorio el debate de ponencias", puesto que las líneas ideológicas y los estatutos ya fueron modificados y modernizados en el cónclave ordinario que se celebró hace poco más de un año.

La organización del Congreso no estará en manos de la dirección nacional que pilotan Rajoy y María Dolores de Cospedal como secretaria general, sino que quedará en manos de una Comisión Organizadora que se nombrará específicamente el próximo lunes para dirigir todos los preparativos.

DECIDIRÁN LOS MILITANTES

La elección del nuevo líder del PP estará en manos de los afiliados de toda España e igualmente podrán optar al puesto de presidente que deja vacante Rajoy "todos los que estén al corriente del pago de sus cuotas" siempre que lleven inscritos más de doce meses. No obstante, la elección final del presidente quedará en manos de los aproximadamente 3.000 altos cargos que asistan al Congreso Extraordinario con derecho a voto.

La carrera sucesoria comenzará con la presentación las precandidaturas por parte de quienes aspiren a presidir el PP, para lo que los Estatutos establecen un plazo de siete días. Para ser oficialmente candidato deberán presentar el apoyo de al menos 100 afiliados. Si hay varios aspirantes, la Comisión Organizadora proclamará a los precandidatos en el plazo máximo de 48 horas y dará inicio a una campaña electoral interna de máximo 21 días.

Al mismo tiempo, los afiliados que deben participar en el proceso electoral deberán inscribirse en los primeros días y podrán presentarse para asistir como compromisario al cónclave. La elección de esos compromisarios tendrá lugar en asambleas mediante lista abierta y con carácter secreto.

La elección de los compromisarios serán mediante votación "y, al mismo tiempo, se prestará apoyo directo, en votación secreta a los precandidatos a la Presidencia del partido". Resultarán electos aquellos que obtengan más votos dentro del número asignado a cada colegio electoral.

Finalizado este proceso, la Comisión Organizadora proclamará como candidatos finales a la Presidencia del PP a los dos precandidatos que obtengan mayor número de los votos válidos emitidos por los afiliados. La decisión final la tendrán únicamente los compromisarios con derecho a asistir y votar en el Congreso Extraordinario.

Si en el proceso electoral con los militantes, uno de los precandidatos obtuviera más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, si lograse una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y si hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones automáticamente sería "proclamado ante el Congreso como candidato único a la Presidencia", sin opción para los demás.