Durante el debate de las cuentas públicas en el Pleno del Congreso de los Diputados, la ministra explicó que los PGE incorporan una partida de 8.455,9 millones de euros, un incremento del 10,70% respecto a 2017.

Esta cuantía no incluye las dotaciones para operaciones de mantenimiento de la paz, que se financian con cargo a los fondos de contingencia. No obstante, este año se ha optado por atender la recomendación del Tribunal de Cuentas para incorporar las operaciones de mantenimiento de la paz en las cuentas públicas.

De este modo, se dedicarán 1.114,3 millones a las operaciones de mantenimiento de la paz, de los que 300 millones están incluidos en los Presupuestos y el resto se obtendrá de los fondos de contingencia mencionados con anterioridad.

Esta adición provoca que el presupuesto de Defensa ascienda a 9.255,9 millones de euros, 554,8 millones más que el año pasado, un 6,38% más.

Estas cifras representan un gasto en Defensa del 0,93% del PIB, dos décimas más que el año pasado, cuando se quedó en el 0,91%, mientras que en 2016 fue del 0,81%.

Este porcentaje se queda lejos del 2% que los países de la OTAN -España incluida- se fijaron como meta en la Cumbre de Gales celebrada el año 2014. El Gobierno ya ha se ha comprometido ante la Alianza Atlántica a gastar el 1,53% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2024, es decir, algo más de 18.000 millones de euros.

Cospedal afirmó que este incremento en la partida dedicada a defensa “duplica” la que experimentó el PIB en 2017, una “clara expresión” de la importancia que el Gobierno atribuye a la “política de defensa y protección”.

Celebró que la partida asignada a defensa en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) alcanza los niveles previos a la crisis económica para dotar a los militares de “mejores medios, infraestructuras renovadas, nuevas tecnologías y mejores sueldos”.

Cospedal afirmó que los presupuestos en defensa conjugan el cumplimiento del déficit, el mantenimiento de la hoja de ruta marcada en la política de seguridad y defensa de la UE y el perfeccionamiento de los compromisos con la OTAN.

Enumeró que la partida destinada a personal aumenta un 1,6%, lo que permitirá subir en un 8% las retribuciones de los militares en los próximos tres años, el gasto corriente se incrementa un 12,33%, los centros universitarios de la defensa ven aumentada su partida un 30% y las inversiones reales un 29,75%.

También defendió el robustecimiento de un “sector estratégico” –la industria de defensa-, que exporta 80% de su producción, crea 22.000 empleos de “altísima cualificación” y “miles” de empleos indirectos y genera 2,5 euros por cada euro invertido.

Por último, dejó claro que el Gobierno mantendrá el “camino firme” en seguridad, su compromiso con la política de seguridad y defensa de la UE y su colaboración con la OTAN.

OPOSICIÓN

Por su parte, Íñigo Alli (UPN) anunció el apoyo de su partido a los PGE después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se haya comprometido a que la disolución de ETA no traerá consigo el acercamiento de presos a las cárceles vascas y navarras.

A su vez, Feliu-Joan Guillaumes (PDECat) consideró un “disparate” los presupuestos en defensa en los últimos años por darse “cifras no reales”, mientras que Gabriel Rufián (ERC) rechazó las cuentas porque desde la llegada de José María Aznar a La Moncloa “el ejército ha generado una deuda de 30.000 millones de euros que hemos pagado entre todos en forma de recortes, porque han aumentado un 30% el presupuesto de defensa en país con un 30% de pobreza infantil, porque mandan a su casa a militares decentes y valientes como el teniente Segura mientras honran a franquistas confesos como Martín Villa, porque la ministra amenaza a un pueblo que sólo quería votar y porque no queremos pagar millones de euros en armas sólo para que Trump felicite a Rajoy y un tirano abrace a Felipe VI”.

Juan Antonio Delgado (Podemos) mostró su sorpresa ante el hecho de que “sólo el Ministerio de Defensa recupere los niveles previos a la crisis, pero no se piense en los militares que componen las Fuerzas Armadas”, al tiempo que Zaida Cantera (PSOE) calificó las cuentas públicas como “opacas” y vaticinó que se tendrá que recurrir al Fondo de Contingencia.

Por último, Francisco Javier Cano (Cs) censuró que los presupuestos de defensa son “insuficientes” para mantener la operatividad de las Fuerzas Armadas y Ricardo Tarno (PP) recalcó la importancia de la inversión en defensa porque “sin seguridad no hay Estado de Derecho; y sin Estado de Derecho no hay Estado del bienestar”.