Torra hizo estos anuncios en su discurso de investidura, de casi una hora de duración. Con un lazo amarillo en la chaqueta, el aspirante a dirigir la Generalitat comenzó su intervención diciendo que él no debería aspirar a este cargo, sino el “presidente legítimo” Puigdemont y que en el hemiciclo deberían estar “los presos políticos y exiliados”.

A todos ellos los enumeró uno a uno, incluyendo a la exportavoz de la CUP Anna Gabriel, formación cuya abstención, al menos, es necesaria en la segunda votación, la del lunes, para sacar adelante la investidura. El Consejo Político de la formación anticapitalista decidirá este domingo su posición.

Torra aseguró que “nunca nos cansaremos de luchar por su libertad”, unas palabras que provocaron la primera ovación por el ala independentista de la Cámara. Seguidamente, se refirió a que desde Junts per Catalunya y ERC serán "leales al mandato del 1 de octubre: construir un Estado independiente en forma de república”, además de garantizar la cohesión social, algo que, subrayó, solo es posible si se activa un Gobierno en Cataluña que defienda estos principios.

DIÁLOGO “DE GOBIERNO A GOBIERNO”

Torra se mostró dispuesto a conseguir la República en Cataluña en un momento de “excepcionalidad”, porque “nada será normal hasta que recuperemos la democracia” tras las “barbaridades procesales y judiciales”. Pero para alcanzar este objetivo se mostró dispuesto a hablar con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Demandó “solemnemente” al presidente diálogo y “sentarnos en la misma mesa para resolver los problemas políticos. De Gobierno a Gobierno”.

“Por lo tanto", afirmó al respecto, "¿hablamos, señor Rajoy? ¿Nos sentamos de una vez juntos en una misma mesa, su gobierno y el gobierno de Cataluña?. Nosotros estamos dispuestos a dialogar mañana mismo. Sin condiciones, sin vetar nada. Con el respeto institucional debido entre Gobiernos y la necesidad urgente de reconducir la política a la política. Por nosotros no quedará. No renunciaremos a nada. Ni tan siquiera a ponernos de acuerdo con el Gobierno de España”.

Torra también se dirigió al Rey, al que censuró su postura frente al desafío independentista en Cataluña. “Majestad, así no”, afirmó. Asimismo, reclamó en inglés al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, a implicarse para resolver la crisis catalana.

UN PROCESO CONSTITUYENTE

El aspirante a presidir la Generalitat realizó continuas referencias a Puigdemont y subrayó que “persistiremos, insistiremos y le investiremos”. “Nuestra respuesta no se moverá nunca de aquí”, recalcó Torra, quien seguidamente se refirió al fin de la vigencia del artículo 155 en Cataluña como “una obligación del Gobierno del Estado” una vez se haya constituido un Gobierno en Cataluña.

“No tendremos ninguna excusa (cuando se levante el 155) para trabajar sin descanso por la República”, apuntó. “Si obtengo vuestra confianza y, por tanto, iniciamos esta legislatura, tanto yo como el Gobierno que tenga el honor de presidir asumimos, desde este momento, toda la responsabilidad que se deriven de nuestros actos”, sostuvo.

Asimismo, anunció la puesta en marcha de un proceso constituyente en el que participe la ciudadanía y que culmine con la investidura de Puigdemont, pero antes comunicó también la creación de un "comisionado" para “evaluar y reparar los efectos de la aplicación del artículo 155”, que retirará la “ignominiosa demanda” que el Gobierno controlado estos meses desde Madrid presentó contra los impulsores de la consulta del 9-N y que recuperará y ampliará las embajadas cerradas. “Nos comprometemos a resolver las dificultades que ha ocasionado el 155”, afirmó Torra.

Explicó que hace falta arrancar un “gran debate social” en este sentido que involucre “de manera real” a toda la ciudadanía” para poner en marcha “un proceso participativo” que acabe con la “constitución de la República catalana”.

Marcó también el horizonte de las elecciones municipales del próximo año y dijo que estas serán también otra oportunidad “para reforzar la soberanía” desde “la República de los municipios”.

PRIORIDADES DE SU GOBIERNO

El candidato mencionó las prioridades de su Gobierno si la Cámara catalana le otorga su confianza para ser investido presidente de la Generalitat, que pasan por el “despliegue del tejido industrial” para que éste alcance el 25% del PIB; la “apuesta” por la economía circular; la transición energética para que todas las energías sean renovales en 2050; la “denuncia” del déficit fiscal de Cataluña y el restablecimiento de la red de delegaciones del gobierno catalán en el exterior, en una clara alusión a los líderes independentistas exiliados.

Por último, se refirió a los catalanes para pedirles que defiendan “pacíficamente” y “radicalmente” sus ideales, porque “así es como los pueblos ganan las victorias más bellas”. “Si tenemos esperanza, ahora es la hora de la obra”, concluyó con un mensaje que también dirigió al resto de diputados. “Hoy nos deshacemos del pasado, del artículo 155, y abrimos paso a un nuevo futuro. Construyámoslo juntos”.