Peramato reconoció en una entrevista en Onda Cero, recogida por Servimedia, que le gustaría decir que "hemos mejorado algo este último año, pero después de escuchar los testimonios de personas que han perdido a un familiar por violencia de género vemos que se sienten abandonadas”. “Estas familias, aparte de sentirse abandonadas, tardan muchos meses en recibir las pensiones, que son ridículas, y tienen que asumir la deuda del agresor”.

Además destacó que las famililas afectadas “no tienen casi tiempo de hacer luto porque las instituciones no ponen en marcha las ayudas que necesitan". "Faltan protocolos de actuación para ayudar estas familias y falta información para que estas familias puedan dirigirse a las instituciones”, aseveró, para agregar que "no podemos permitir esto. Se encuentran con multitud de dificultades para poder cobrar las pocas ayudas a las que tienen acceso”.

Por todo esto, se comprometió a intentar cambiar esta situación porque “lo que se le produce a las víctimas es un dolor añadido por el desamparo”. “Los trámites de ayuda a las familias son muy burocráticos; deberían ser fáciles y efectivos”, concluyó..

Veintisiete menores se quedaron huérfanos el año pasado por la violencia de género en España.