En declaraciones a Servimedia con motivo de la celebración este martes del Día Mundial del Cáncer de Ovario, el doctor Arjona, de la unidad de Cirugía Oncológica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, subrayó que “el problema con el que nos enfrentamos ante este tumor es su diagnóstico, ya que casi siempre se diagnostica en estadios avanzados porque no tenemos ninguna posibilidad para diagnosticarlo de forma precoz”.

Un diagnóstico temprano que no es posible por la propia situación del ovario, por la falta de marcadores oncológicos que confirmen su existencia y por la imposibilidad de realizar una biopsia. A todo ello, este experto señaló la falta de síntomas en sus fases iniciales, ya que sólo aparecen cuando el tumor está avanzado.

“Estos síntomas se centran en la distensión del abdomen, que se hincha por la aparición de tumores de gran tamaño o por la acumulación de líquido, así como alteraciones intestinales como el estreñimiento y vómitos, entre otros. Cuando una paciente tiene un cáncer de ovario en estadio avanzado, el tumor crece y se expande dentro del abdomen y a esto se le denomina carcinomatosis”, aclaró el doctor Arjona.

En estos casos, añadió el miembro de la SECQ, el tratamiento es quirúrgico. Para ello, “la paciente debe ser atendida por un equipo multidisciplinar especializado en cáncer de ovario y que estará formado por ginecólogo, oncólogo y cirujano oncológico, ya que la supervivencia de estas personas dependerá de esta cirugía de abdomen, en la que se debe limpiar de forma radical y completa el tumor allá donde se encuentre y que puede alcanzar a otros órganos”.

“Una vez conseguida esta limpieza, se administra en el propio quirófano quimioterapia a temperaturas altas dentro del propio abdomen, que ha demostrado un incremento en la supervivencia”, añadió.

En estos momentos, tan solo el 40% de las pacientes en estadios avanzados de la patología consiguen sobrevivir a los cinco años, lo que contrasta con más del 89% de supervivencia en el cáncer de mama. Cada año se diagnostican en España cerca de 3.300 casos y sólo entre el 5 y el 10% de los cánceres de ovario son genéticos.