Afganistán
Un colaborador del Ejército en Afganistán pide ayuda para salir del país por temor a su seguridad
- “Por favor, sacadme de aquí”, reclama al Gobierno español
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Zohor Tanha trabajó para las Fuerzas Armadas españolas desplegadas en Afganistán como auxiliar de veterinaria. Ahora,que su vinculación con el Ejército ha concluido, pide ayuda para salir de su país debido a la amenaza que se cierne sobre él y los suyos al haber trabajado para militares extranjeros.
Zohor Tanha trabajó desde el año 2006 y durante diez años con las Fuerzas Armadas españolas que sirvieron en Afganistán en el marco de la operación ISAF y Resolute Support como auxiliar de veterinario en el hospital de campaña Role 2E.
Recuerda con mucho cariño su etapa trabajando con los militares españoles. “Éramos como una familia”, subraya en una conversación mantenida con Servimedia. Todo cambió cuando dejó de trabajar para las tropas españolas debido a la inseguridad que reina en el país. “Afganistán es muy peligroso. Cada día roban y matan a gente”, explica.
A ello se suma el hecho de su condición de extrabajador al servicio de un ejército extranjero le ha convertido en un objetivo de los talibanes o de los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI), que han sembrado de sangre y plomo Afganistán.
“Este es un problema muy gordo. Temo por la seguridad de mi familia y por la mía propia”, alerta.
DIEZ CAMBIOS DE DOMICILIO
Este temor le ha llevado a cambiar de domicilio hasta diez veces por cuestiones de seguridad. “No quiero que la gente sepa dónde he trabajado. Cuando observo que el lugar donde vivo se vuelve peligroso nos mudamos”, confiesa.
Zohor Tanha denuncia que su vida se ha sumido en la precariedad desde que dejó de trabajar para los soldados españoles. Desde ese momento, no ha tenido un trabajo estable con el que sostener a su familia y se ha tenido que contentar con hilvanar trabajos esporádicos sin ningún tipo de estabilidad.
Esta situación le ha llevado a tomar la decisión de abandonar Afganistán en aras de garantizar un futuro próspero y seguro a los suyos. Para conseguir su objetivo, ha solicitado ayuda a amigos y a personas con las que coincidió cuando trabajó con los militares españoles. Hasta el momento sus esfuerzos han sido estériles, ya que únicamente han conseguido salir del país afgano quienes trabajaron como intérpretes.
Por ello, pide a las autoridades españolas que se hagan cargo de su delicada situación en Afganistán y le ayuden a abandonar el país “Por favor, sáquenme de aquí”, implora.
Agradece a los amigos que tiene la ayuda económica y burocrática que le han prestado en todo momento, si bien traslada al Gobierno español lo siguiente: “Cuando trabajé con los militares españoles, éstos portaban un parche en el que se podía leer ‘Ayuda y cooperación’. ¿Eso qué quiere decir?”
Por esa razón, insiste en la necesidad de abandonar Afganistán para tener la oportunidad de construirse un futuro con unas condiciones mínimas de seguridad para él y los suyos.
PRESENCIA ESPAÑOLA EN AFGANISTÁN
Todos los gobiernos y mandos militares españoles han coincidido a la hora de destacar a la de Afganistán como la misión más larga, dura y difícil de todas en las que han participado las Fuerzas Armadas no sólo por la logística, sino también por la peligrosidad que su desarrollo entrañaba.
España ha participado desde 2002 de las operaciones que la OTAN ha desarrollado en suelo afgano en aras de estabilizar Afganistán tras la caída del régimen de los talibanes. Las Fuerzas Armadas españolas también se han encargado de la formación de las tropas de ese país.
Durante los 16 años de presencia de España en Afganistán, han pasado más de 17.000 militares españoles por ese país. Un total de 102 efectivos han fallecido partipando en esta misión, así como dos intérpretes que trabajaban para las tropas españolas. El coste de la misión ha sido de 3.682 millones de euros.
España ha llegado a tener en Afganistán 1.521 militares, siendo el mayor contingente desplegado fuera de las fronteras españolas. La mayoría de los efectivos se desplegaron en las provincias de Herat y Badghis.
La participación de las tropas españolas se acordó en Consejo de Ministros de 27 de diciembre de 2001. Los primeros 350 militares llegaron a Kabul el 24 de enero de 2002.
En 2005, España asumió el mando de la base aérea de Herat, donde puso en marcha el hospital de campaña Role 2E. Ese mismo año las tropas españolas se hacen cargo del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, en sus siglas en inglés) de Qal-i-Naw, capital de Badghis.
En 2008, España acordó con el Gobierno de Afganistán financiar y entrenar a una compañía del Ejército afgano y la construcción de un acuartelamiento en Qal-i-Naw, siendo 2009 el año en el que también asumió la dirección y gestión del aeropuerto de Kabul.
En 2012, el Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN con sede en Bétera (Valencia) lideró el Mando Conjunto de la ISAF, se cedió la seguridad a las fuerzas afganas en Qal-i-Naw, se transfirió la responsabilidad de la seguridad en Badghis y comenzó el repliegue de las tropas españolas.
Este repliegue ha sido progresivo hasta que a finales de octubre de 2015 las tropas españolas abandonaron Herat definitivamente y se concentraron en la capital afgana. Ahora cuenta con 61 efectivos en ese país adiestrando a las fuerzas de seguridad afganas.
(SERVIMEDIA)
06 Mayo 2018
MST/gja/bpp