“Hay más víctimas de violencia de género que víctimas de ETA, pero las víctimas de la violencia machista no han movilizado a la sociedad, probablemente porque los poderes públicos no la han movilizado”, afirmó Joaquín Tagar, viudo de la precursora de la primera red de fiscales especializados en violencia machista de España.

Él fue el promotor del fondo de becas que hoy lleva el nombre de su esposa, y que destina ayudas para los huérfanos cuyas madres han sido asesinadas en crímenes machistas. Tanto el Fondo de Becas Soledad Cazorla como la Fundación Mujeres solicitaron en una rueda de prensa que se amplíen ya las pensiones que reciben estos niños y niñas.

“El año pasado hubo 26 huérfanos de la violencia de género y no están recibiendo una pensión adecuada; están recibiendo unos 190 euros”, declaró Tagar. La directora de la Fundación Mujeres, María Soleto, explicó que incluso se han denegado pensiones en casos en los que la madre asesinada cotizó menos de 15 años.

En los mejores casos, las familias que se hacen cargo de los huérfanos de la violencia machista perciben unos 600 euros mensuales, pero se debe a un añadido de pensión que responde a la anulación de la pensión de viudedad para los hombres que mataron a sus mujeres, algo que se aplica desde 2015.

“No reciben ni el 10% que perciben las víctimas de ETA”, criticó el marido de Soledad Cazorla, que defiende mayores ayudas para los menores, algo que por el momento trata de paliar el fondo de becas. Y es que “una abuela con bajos ingresos que se queda con tres niños, necesita dinero para comprar zapatos o incluso comer”, puntualizó María Soleto.

Por esa razón, ambas entidades reclamaron aplicar cuanto antes la pensión de orfandad máxima a los hijos de madres víctimas de violencia de género, así como que la Seguridad Social deje de recurrir todas las pensiones reconocidas, algo que hace de oficio –y por obligación- al suponer un quebranto para su caja.

CASI 100.000 EUROS PARA HUÉRFANOS

El fondo de becas, promovido por la propia familia de Soledad Cazorla tras su fallecimiento, ha conseguido captar 89.099 euros entre 2017 y los primeros meses de 2018. Casi una cuarta parte (25.000 euros) fueron donaciones de la familia Cazorla, mientras que más de 46.000 euros proceden de iniciativas solidarias y cerca de 18.000 euros de aportaciones de empresas y otras donaciones.

Por el momento, ya han repartido más de 38.000 euros en ayudas directas. De esta manera han concedido becas a un total de 19 familias con huérfanos del machismo, la mayoría de ellas para refuerzo y material escolar o gastos relacionados con estudios superiores. No obstante, también costean ayuda psicológica, ya que actualmente esta ayuda deja de ser prestada por el sistema público al año del crimen machista.

SOLAS Y MAL ASESORADAS

Para el Fondo de Becas Soledad Cazorla y la Fundación Mujeres, las familias que sufren crímenes machistas están “solas y mal asesoradas”, y además acarrean “conflictos” derivados del asesinato. Sin embargo, la peor parte se llevan los hijos.

Y es que en muchas ocasiones acaban siendo identificados en su entorno –colegio, amigos, etcétera- como “hijos de quien ha matado a una señora” y no como hijos de una mujer asesinada. Por todo ello, demandan un mayor reconocimiento y que la sociedad se vuelque contra el machismo como lo ha hecho en la lucha contra el terrorismo.