Casado comenzó la rueda de prensa que ofreció en la sede nacional del partido diciendo que en el PP no han gustado los pitos, pero sí “la cantidad de banderas de España” de la afición del Barça, lo que vendría “a demostrar que el deporte está muy por encima de cualquier confrontación identitaria y política”.

El sábado, los aplausos al Rey y al himno de España superaron a los pitos y abucheos a los símbolos nacionales en la final de la Copa del Rey, aunque parte de la afición del Barcelona intentó convertir este evento en una reivindicación de la independencia de Cataluña y por ello exhibieron banderas separatistas y camisetas amarillas como homenaje a los políticos en prisión preventiva por los presuntos delitos cometidos el pasado otoño.

PITIDOS "OFENSIVOS"

En respuesta a qué le parece que se requisaran silbatos o camisetas amarillas con lemas a favor de la independencia, Casado admitió que no tiene los “detalles concretos de la instrucción que haya dado la Delegación del Gobierno o el Cuerpo Nacional de Policía”.

Dicho esto, remarcó que “el deporte es deporte y la política es política”. Por ello, incidió en que “es bueno sacar la confrontación partidista, identitaria o de división social de los campos de fútbol”. Recordó que precisamente son los sistemas no democráticos los que más han utilizado los estadios con estos fines y han “pervertido” las propias competiciones.

En el caso del sábado, valoró que hubo “buen futbol” con un Barça que hizo un “partidazo”. Además, hizo especial hincapié en que Felipe VI hace una “labor excepcional” y, por tanto, en el caso de la Copa del Rey “consideramos más ofensivos cualquier tipo de silbido o utilización del deporte contra la jefatura del Estado que está teniendo una posición ejemplar en toda esta cuestión”.