La mayor parte de la superficie quemada se corresponde con la de los incendios de Izagaondoa y Juslapeña, con 1.216 hectáreas quemadas. El primero, que tuvolugar el pasado 22 de julio, concluyó con 876 hectáreas en total, y el de Juspaleña afectó a 340 hectáreas.

A grandes rasgos, el verano está siendo más cálido y seco que los dos precedentes, en los que la incidencia de siniestros fue menor. La campaña forestal del verano de 2008 concluyó con 74,5 hectáreas quemadas y fue especialmente benigna respecto a la de 2007, que concluyó con 534,60 hectáreas arrasadas.

Por su parte, los bomberos de la Agencia Navarra de Emergencias (ANE) fueron movilizados en el verano de 2008 en 326 ocasiones frente a las 242 de la temporada anterior. A fecha de hoy, los efectivos de la ANE han realizado un total de 398 salidas, contabilizando también aquellas para apagar incendios exclusivamente agrícolas.

Las causas del origen del fuego son diversas: accidentes o negligencias (quemas agrícolas, chispas de maquinarias o fuegos artificiales) o causa natural (un rayo, como sucedió en Izagaondoa, incendio que se reprodujo a los días).

Alrededor de 800 personas forman parte de la campaña forestal de verano del Gobierno de Navarra, entre bomberos de la Agencia Navarra de Emergencias, bomberos voluntarios y técnicos y guardas forestales del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que apoyan al personal que participa en la extinción.