Refugiados

Unos 3.000 refugiados malienses llegaron a Burkina Faso desde febrero a causa de la violencia entre comunidades

MADRID
SERVIMEDIA

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Acnur, expresó este martes su alarma ante el recrudecimiento de la violencia entre comunidades en el centro de Malí, que en las últimas semanas ha llevado a unas 3.000 personas a huir a la vecina Burkina Faso.

En un comunicado, Acnur pidió a los donantes internacionales fondos para continuar con su campaña de reubicación y de atención básica a los desplazados, que hasta la fecha solo ha recibido un 8% de los fondos que precisa. Acnur estima que en 2018 necesitará 22,9 millones de dólares adicionales a fin de mantener la ayuda.

Desde febrero, decenas de personas han perdido la vida en los enfrentamientos entre las comunidades de Dogon y Peul y sus casas y posesiones han sido destruidas, principalmente en la zona de Koro, en el centro de Malí. Desde entonces, esta ola de violencia ha llevado a más de 3.000 personas a cruzar la frontera hacia la región norte, en Burkina Faso.

Los recién llegados se suman a los aproximadamente 24.000 refugiados malienses que ya habían huido a Burkina Faso desde el inicio del conflicto en 2012. Según Acnur, estos nuevos desplazamientos añaden más presión a los retos que afronta la población de la región, tales como la falta de lluvia, la escasez de cultivos o la saturación de las infraestructuras sanitarias, que además padecen escasez de medicamentos y facultativos.

Acogidos por amigos o familiares, los recién llegados se instalan en áreas de difícil acceso. Por eso, Acnur recomendó a los nuevos refugiados que se trasladen a campamentos más alejados de la frontera, donde podrían registrarse y tener acceso a servicios sociales básicos.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2018
AGQ/gja