Religión

El presidente del Episcopado pide fomentar la “cultura vocacional” tras la ‘burbuja’ de seminarios

- Asegura que no hay "ambiente propicio" en familias, parroquias y escuelas, pese a que el trabajo pastoral "es más intenso"

-"Debemos procurar que la fe no sea desacreditada desde el punto de vista social y cultural", apela Blázquez

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, lamentó este lunes el “sufrimiento” que la falta de vocaciones al sacerdocio causa a la Iglesia española y apeló a trabajar por una “cultura vocacional” para que haya más respuestas a la vida religiosa después de la ‘burbuja’ que hizo proliferar numerosos seminarios, hoy casi vacíos.

Así lo dijo el también cardenal arzobispo de Valladolid durante el discurso inaugural de la 111ª reunión de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles, que se celebra esta semana en Madrid.

“Desde hace mucho tiempo venimos padeciendo una penuria seria de vocaciones para el ministerio presbiteral. Y no es de ahora, es de ayer y de anteayer. Si hace varios decenios la abundancia era extraordinaria, actualmente la escasez es también extraordinaria. Aquella abundancia impulsó a la construcción de muchos seminarios, que poco tiempo más tarde no fueron necesarios”, subrayó.

El cardenal agregó que, “antes y ahora”, diversos “factores religiosos y socioculturales han influido en aquella abundancia y en la presente penuria” y que la situación “ya prolongada” les “interroga sobre una debilidad de fondo”. En la actualidad, reflexionó, no existe el “ambiente propicio constituido por las familias, las parroquias y las escuelas en que las vocaciones surgían fácilmente”, pese a que el trabajo pastoral por las vocaciones es “más intenso que en otros tiempos”.

“El panorama actual generalizado es fuente de inquietudes y de sufrimiento para todos nosotros”, lamentó, haciéndose eco de que “las consecuencias de esta carestía larga y dura están a la vista: descenso del número de presbíteros y media de edad cada vez más alta”. Sin embargo, pidió evitar la “tentación” de buscar “soluciones improvisadas y atajos arriesgados”.

“En un tiempo pensamos que la crisis de seminarios podía proceder de la crisis de sacerdotes, ya que nos vimos inmersos en perplejidades sobre el sentido del ministerio que condujeron junto con otras causas a numerosas secularizaciones”, reflexionó, apuntando también a la posibilidad de una “crisis de ‘convocantes’” y al “enfriamiento del ambiente cristiano” en las familias, a la educación y “la solidez de los valores morales”.

“¿Cómo podemos en este contexto fomentar una ‘cultura vocacional’ como tierra nutricia de las diversas vocaciones, que realizan y prolongan la vocación bautismal?”, apostilló, recordando que en la fraternidad cristiana hay “diferentes vocaciones”, como son “al matrimonio cristiano, al ministerio pastoral, a la vida consagrada, a la participación como laicos en responsabilidades peculiares en la misión de la Iglesia”.

“Sin la fe no podemos subsistir”, agregó, pero puntualizó que “la evangelización no es proselitismo” y que los cristianos no deben buscar “adeptos” recorriendo “mar y tierra” y que tampoco son “reclutadores de personal para nuestras obras”.

JÓVENES

En este contexto, Blázquez anunció que, durante la reunión de esta semana, los obispos elegirán a los prelados que representarán a la CEE en el sínodo del próximo mes de octubre en Roma, centrado sobre ‘Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’.

El presidente de la Conferencia Episcopal también se refirió en su discurso a otros temas que se trabajarán en este encuentro. Uno de ellos, ligado también a la crisis vocacional y el citado sínodo, es el distanciamiento de los jóvenes de la Iglesia.

“¿Por qué muchos jóvenes, sin motivo personal conocido, se distancian de la participación en la vida de la Iglesia y se colocan silenciosamente como al margen, de ordinario sin agresividad? ¿La Iglesia es para ellos indiferente e irrelevante? ¿Están convencidos de que poco o nada pueden esperar de ella? ¿Se debe esta actitud a un ambiente marcado por un enfriamiento religioso que los retrae? ¿Son los jóvenes como un sismógrafo que detecta los movimientos subterráneos de la historia? ¿Nos acercamos los cristianos adultos a los jóvenes sin miedos ni halagos, sin desconfianzas ni reprensiones? No es bueno que asistamos impasiblemente a este distanciamiento”, reflexionó.

CANSANCIO

En este punto llamó a los obispos españoles a no tratar a las nuevas generaciones “de forma paternalista”, a apostar por la “interacción” generacional” para superar “el cansancio y el envejecimiento” que “siempre acechan” a la Iglesia, cuestiones que también se trabajarán en el sínodo.

Para ello, ya se ha elaborado un documento fruto de las reuniones de jóvenes en las que han participado dos representantes españoles, reflexión abierta también a ciertas “observaciones” externas a la fe cristiana.

“Debemos procurar que la fe no sea desacreditada desde el punto de vista social y cultural; queremos una Iglesia ‘intelectualmente habitable’ y socialmente solidaria, atenta a las necesidades de todos”, dijo.

La Asamblea Plenaria también hablará sobre el presente y futuro de las conferencias episcopales, para lo que animó a los obispos a "afrontar" esta nueva etapa "que necesita revisión". Precisamente, este encuentro se produce pocos días después de que viese la luz una exhortación apostólica en la que Bergoglio llamaba a la santidad “de la clase media” y a encontrarla “en la puerta de al lado”, apelación que también recogió Blázquez en su discurso.

(SERVIMEDIA)
16 Abr 2018
AHP/caa