Los pacientes con SOS, mayoritariamente mujeres debido a factores hormonales y población de mayor edad, también padecen irritación, sensibilidad a la luz, sequedad, dolor, sensación de arenilla, fatiga ocular, problemas para leer y/o sensación de quemazón. Esta sintomatología dificulta la realización de actividades cotidianas y puede provocar estrés y una disminución de la productividad laboral.

De hecho, son muchos los estudios que señalan que estos síntomas repercuten de manera importante en la función visual, el estilo de vida, el funcionamiento social y físico, la productividad laboral y la calidad de vida relacionada con la salud.

Entre las causas que provocan este síndrome destacan la cirugía ocular, la diabetes, las enfermedades tiroideas, el síndrome de Sjögren, la dermatitis seborreica, la atopía y las colagenopatías, así como fármacos orales como retinoides, antihipertensivos, antidepresivos, estrógenos, diuréticos o benzodiacepinas.

Para combatir el ojo seco, los especialistas recomendaron en el marco de este Congreso, mantener una buena higiene ocular y de las manos, usar lentes desechables, utilizar lubricantes oculares como lágrimas artificiales, no frotarse el ojo ante la sensación de arenilla, evitar la exposición directa a las corrientes de aire y parpadear de forma frecuente para mantener el ojo humedecido.