El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación emitió un comunicado en el que mostró su “consternación”, “repulsa” y “condena” después de un ataque con armas químicas perpetrado el sábado en la ciudad siria de Duma, último bastión rebelde cerca de Damasco.

El Ejecutivo subrayó que el uso de armas químicas “por cualquier actor” y “en cualquier tiempo y lugar” supone una “flagrante violación” de la legalidad internacional y un “crimen contra la humanidad”.

Sentenció que la comunidad internacional “no puede quedarse de brazos cruzados ante la impunidad en el empleo de estas armas execrables” y lamentó la “no prolongación en el tiempo” del mecanismo conjunto entre la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (JIM) consagrado a la investigación y atribución de responsabilidades por los casos de empleo armas químicas en Siria.

Mostró su disposición a trabajar por la “pronta renovación” de estos “mecanismos esenciales” para que los autores de las “masacres” de Duma o la de Khan Seikhoun –cuyo primer aniversario se cumplió recientemente- “respondan por sus crímenes”.

El comunicado emitido por Exteriores se suma al mensaje que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, publicó en las redes sociales, en el que escribió lo siguiente: “Conmocionado ante la brutalidad de lo sucedido en Douma, Guta Oriental. Si se confirman dichas atrocidades supondría un nuevo golpe al pueblo sirio y a la salvaguarda de los DDHH. Unas violaciones que deben llegar a su fin con urgencia”.

Un presunto ataque químico perpetrado supuestamente por el Ejército sirio dejó decenas de muertos y centenares de heridos con síntomas de asfixia en Duma.