Clima
Fenómenos como ‘El Niño’ afectan a dos tercios de las cosechas mundiales
- La productividad agraria baja un 10% en España con la Oscilación del Atlántico Norte
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Los ciclos climáticos a gran escala, como el de ‘El Niño’, afectan a dos tercios de las tierras de cultivo del mundo porque la presión del aire, la temperatura del nivel del mar u otros factores similares fluctúan regularmente en áreas muy alejadas, de manera que cambian significativamente los patrones de lluvia y temperatura.
Así lo asegura un equipo de siete investigadores liderado por la Universidad Aalto (Finlandia) en un estudio publicado en la revista ‘Nature Communications’. Se trata del primer trabajo que examina los impactos de fenómenos climáticos como El Niño-Oscilación del Sur, la Oscilación del Atlántico Norte (NAO, por sus siglas en inglés) y el Dipolo del Océano Índico (IOD, en inglés) en la producción de cultivos alimentarios en el planeta.
“Durante los últimos años, la capacidad de los investigadores para predecir estas oscilaciones ha mejorado significativamente. Con esta investigación, destacamos el potencial de utilizar esta habilidad de previsión mejorada en la planificación agrícola. Esto podría mejorar la resiliencia de la agricultura ante los impactos relacionados con el clima, lo que puede mejorar la seguridad alimentaria en muchas áreas en todo el mundo", dice Matias Heino, doctorando en la Universidad de Aalto.
Las oscilaciones climáticas analizadas se pueden dividir en diferentes episodios dependiendo de su fase. Ya se sabe que ‘El Niño’ y su fase opuesta, ‘La Niña’, tienen un efecto claro en el rendimiento del maíz, la soja, el arroz y el trigo en muchas áreas de Asia meridional, América Latina y África meridional.
"Nuestro estudio mostró que la Oscilación del Atlántico Norte afecta significativamente la producción de cultivos en muchas partes de Europa, pero también en el norte de África y Oriente Medio", dice Matti Kummu, profesor asistente en la Universidad Aalto.
CULTIVOS EN ESPAÑA
La Oscilación del Atlántico Norte describe la relación entre la baja presión islandesa y las áreas de alta presión de las Azores. Cuando la presión del aire en Islandia es significativamente más baja que en las Azores, los vientos más fuertes aumentan el transporte de aire cálido y húmedo desde el Atlántico a Europa.
Durante la otra fase de la Oscilación del Atlántico Norte, cuando la diferencia de presión de aire es menor, hay cantidades de flujo de aire moderado menores a la media en Europa, lo que hace que los inviernos sean más fríos y menos lluviosos.
Cuando la diferencia de presión atmosférica en el Atlántico ha sido alta, la productividad de los cultivos en Europa se ha reducido en un 2% en comparación con la media. El efecto ha sido particularmente fuerte en lugares como España y los Balcanes, donde la disminución de la productividad ha sido de hasta un 10%.
Los investigadores observaron reducciones en la productividad de los cultivos de hasta en un 6% en el norte de África y el Medio Oriente. Durante la otra fase de NAO, cuando la diferencia de presión de aire es más débil, las mismas áreas han mostrado cambios positivos en la productividad de los cultivos.
En el Dipolo del Océano Índico, la temperatura del agua superficial del océano Índico fluctúa regularmente en las partes oriental y occidental del océano: cuando el agua superficial es más cálida en el Índico occidental, las temperaturas en el Índico oriental tienden a ser más bajas, y viceversa.
El fenómeno de la IOD afecta a la producción de cultivos alimentarios, especialmente en Australia, donde la productividad del cultivo puede, dependiendo de la fase del fenómeno, ser hasta un 8% más pequeña o un 6% más grande en comparación con la media.
(SERVIMEDIA)
07 Abr 2018
MGR/caa