Las mismas fuentes expusieron que, después de que ese mismo jueves se celebrase una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno en el que se retiró el proyecto votado en el Parlamento regional, la intención de Educación es volver a registrar lo antes posible otro proyecto más o menos similar en la Cámara regional.

Por otro lado, tras indicar que hace tan sólo unos meses, los rectores de las seis universidades públicas madrileñas, a través de la Cruma (Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid) mostraban su conformidad con este nuevo borrador del anteproyecto de ley en el que el Gobierno regional ha trabajado desde comienzo de legislatura, informaron de que el mundo científico de la Comunidad de Madrid ha sido el último en mostrar su apoyo a la Lemes.

Indicaron que un grupo de científicos de reconocida trayectoria y pertenecientes a la Real Academia Ciencias Exactas, Físicas y Naturales han dado su visto bueno a esta nueva ley que en la actualidad se encuentra en trámite parlamentario y que verá la luz próximamente.

Lo han hecho a través una carta abierta a los universitarios madrileños en la que aseguran que “la rápida implantación de estas medidas se traducirá, en un corto espacio de tiempo, en resultados muy favorables para nuestras universidades y nuestra comunidad”.

El escrito está firmado por José Elguero Bertolini, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas entre 1983 y 1984; Antonio Hernando Grande, medalla de Oro de la Real Sociedad Española de Química y Premio Nacional de Investigación Juan de la Cierva (2011); Amable Liñán Martínez, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1993); Miguel Ángel Alario, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, y Nazario Martín León, Premio Rey Jaime I de Investigación Básica.

Todos ellos han sido galardonados en alguna edición con el Premio Miguel Catalán de la Comunidad de Madrid y son académicos de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. El colectivo ha remitido este escrito tras conocer los pormenores de la Lemes a través del director general de Universidades y Enseñanzas Artísticas Superiores, José Manuel Torralba.

Este notable grupo de destacados científicos manifiesta en su escrito que “necesitamos que cuando se piense en Madrid, no se piense en una universidad determinada sino en universidades madrileñas como un conjunto bien planificado lo que supone un sistema de titulaciones coherente incluyendo las universidades privadas”.

Asimismo, defiende que “la financiación debe estar vinculada a la investigación, una vez asegurada una parte fija, básica, que cubra el servicio público. La parte variable se debe estructurar a través de contratos programa que tendrán en cuenta indicadores análogos a los que usan en otros países desarrollados”.

Precisamente, añadieron las mismas fuentes, la de la financiación es uno de las principales medidas incluidas en la Lemes, que establece una aportación fija para garantizar un servicio público de calidad y, por otro lado, tenga una parte variable ligada al cumplimiento de determinados indicadores objetivos de la calidad, que serán negociados con cada universidad.

En este aspecto, dijeron, la de la financiación variable y plurianual, la Lemes va a tener en cuenta criterios que puedan medir la investigación, la docencia y la transferencia de conocimiento de las universidades.

Se trata de objetivos evaluables como el número de publicaciones, el impacto de las mismas, la tasa de éxito de las titulaciones, el uso de nuevas metodologías docentes o sus planes de estudios bilingües, por citar algunos ejemplos.

Los miembros de la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales apuestan por “una docencia innovadora y una investigación de calidad. Para ello, hay que poner en manos de las universidades instrumentos que les permitan mejorar su competitividad internacional, por ejemplo, la definición de grupos y centros de investigación de alto rendimiento y doctorados de excelencia”.

Los firmantes del escrito también hacen referencia a las plazas de profesorado para que se convoquen “mediante sistemas de convocatoria abiertos y competitivos” y “que se incorporen a nuestro sistema de ciencia y tecnología universitarios extranjeros, justa compensación, por los científicos españoles que trabajan, con gran éxito, fuera de España”.