En el acto estuvieron también presentes la consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, el alcalde de Rivas Vaciamadrid, José Maza, la presidenta de la Fundación Síndrome de Down de Madrid (FSDM), María Barón y otras autoridades.

La puesta en marcha de este nuevo proyecto ha sido posible gracias a un acuerdo de colaboración entre la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y la Fundación Síndrome de Down de Madrid, una entidad sin ánimo de lucro con experiencia en el ámbito de la Comunidad de Madrid en el trabajo con personas con discapacidad.

El CEE María Isabel Zulueta cuenta con 108 plazas destinadas a niños y jóvenes con discapacidad intelectual, entre los 3 y 20 años y un centro de recursos compuesto por un servicio de apoyo y asesoramiento a los centros educativos de la zona.

Abarca un total de 4.267 metros cuadrados construidos, divididos en dos plantas. En la primera planta se ubican todas las dependencias educativas: 16 aulas, salas de informática, psicomotricidad y música, una biblioteca, gimnasio y comedor. Además cuenta con salas de logopedia y fisioterapia, una enfermería y zona de estimulación.

“Lo más importante de este centro es la atención personalizada que reciben los alumnos por parte de un equipo de maestros y especialistas dirigido por María Luisa Alonso y seleccionado por la Fundación Síndrome de Down”, destacó la presidenta regional.

Con 61 alumnos matriculados en el curso 2010/2011, el equipo educativo del CEE María Isabel Zulueta esta formado por 28 profesionales en el centro educativo y cinco en el Centro de Recursos.

EDUCACIÓN DE CALIDAD

El nuevo centro apuesta por una educación de calidad, que fomente la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual, a la altura de lo exigido por la sociedad del conocimiento y conforme a lo reflejado en el artículo 24 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de la ONU.

De este modo, la FSDM se enfrenta al reto de diseñar todos los aprendizajes desde una planificación centrada en cada niño, teniendo en cuenta su momento evolutivo, sus preferencias, sus necesidades de apoyo y los resultados personales que él y su familia quieren conseguir.

En este sentido, cobra especial relevancia la coexistencia de un centro educativo y un centro de recursos dentro del mismo edificio, que convertirá al CEE María Zulueta en un centro inclusivo.