En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, hizo estas declaraciones nada más conocer el contenido del auto dictado por el juez Llarena, que impide la presencia de Sànchez en el Pleno de investidura convocado para el lunes por el presidente del Parlament, Roger Torrent.

“Respeto a las decisiones de los jueces porque eso es lo que tenemos que hacer, cuando nos pueden parecer bien y cuando no nos parecen bien. Las respeto y las acato, que es lo que tenemos que hacer todos”, dijo. “Mejor nos iría a todos si practicáramos el respeto y acatamiento”.

Dado que con la decisión del juez Sànchez no podrá acudir a la investidura, Méndez de Vigo insistió en que los partidos independentistas catalanes deberían “buscar y encontrar una persona que sea capaz” de ser elegida para presidir la Generalitat “dentro de la legalidad y del orden contitucional”.

El portavoz del Ejecutivo criticó que hasta ahora se han hecho “propuestas que son irrealizables”, dado que Roger Torrent planteó como primer candidato a Carles Puigdemont pese a estar huido de la Justicia en Bélgica y después a Jordi Sànchez que se encuentra encarcelado en prisión provisional por su implicación en el desafío separatista del 1 de octubre.

Méndez de Vigo pidió a los partidos independentistas que dejen de “engañar sucesivamente a los catalanes” porque lo que necesita la comunidad es “salir de este enfrentamiento y falta de convivencia” como consecuencia de un proceso basado “en la farsa y el engaño a la gente”. “Cataluña necesita tranquilidad y no otro tipo de invenciones”, apostilló.

Además, se refirió al documento presentado por la CUP como propuesta para respaldar la investidura de Jordi Sànchez como un papel elaborado “a mayor gloria de los radicales y los antisistemas” de esta formación política.

Después de todo lo que ha pasado en Cataluña durante los últimos meses, denunció que hablar del Parlament como “el ágora del debate republicano” o pedir la creación de “un país con una visión disruptiva del poder autonómico” encumbra “la épica de la fonética pero está totalmente alejado de la realidad de las cosas”.