El leopardo de Indochina está al borde de la extinción

- Por la caza furtiva para comercio ilegal y para carne

MADRID
SERVIMEDIA

La última población reproductora de leopardos de Indochina en Camboya está en riesgo inmediato de extinción al haber disminuido en un 72% entre 2009 y 2014. Se trata de los últimos ejemplares de toda la región oriental de Indochina, que engloba Camboya, Laos y Vietnam.

Así lo aseguran nueve investigadores pertenecientes a la Unidad de Conservación de la Vida Silvestre de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Panthera, WWF Camboya, el Museo Americano de Historia Natural (Estados Unidos) y la Administración Forestal del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Camboya.

El trabajo, publicado en la revista ‘Royal Society Open Science’, se realizó en las llanuras del Santuario de Vida Silvestre de Srepok, al este de Camboya, y revela una de las concentraciones más bajas de leopardo de Indochina (‘Panthera pardus delacouri’) jamás registradas en Asia, con una densidad de un individuo por cada 100 kilómetros cuadrados en el quinquenio entre 2009 y 2014.

El aumento de la caza furtiva, especialmente para el comercio ilegal y la carne de estos felinos, es la causa principal de ese dramático descenso. “Esta población única está disminuyendo a un ritmo alarmante y pronto quedará erradicada a menos que se proporcione una protección efectiva”, concluyen los autores.

Jan Kamler, coordinador del Programa de Leopardo del Sudeste de Asia de la ONG Panthera, indica que “esta población representa el último rayo de esperanza para los leopardos en Laos, Camboya y Vietnam, una subespecie a punto de estar condenada”. “Nosotros, como comunidad internacional, pasamos por alto la conservación de este felino salvaje único”, añade.

Kamler indica que “mientras el mundo se reúne para celebrar este sábado el Día Mundial de la Vida Silvestre, debemos unirnos en acción, no sólo con palabras, para frenar la epidemia de caza furtiva a la que se enfrenta este magnífico gran felino y otros en todo el mundo".

David Macdonald, director de la Unidad de Conservación de la Vida Silvestre (WildCRU) de la Universidad de Oxford y también coautor del estudio, añade que “los leopardos son un monumento al oportunismo, se adaptan a los hábitats desde el desierto a la jungla urbana”.

“Pero su adaptabilidad corre el riesgo de una complacencia mortal: la gente piensa ‘¡oh, leopardos! Están bien’. ¡No lo están! Casi en todas partes están haciendo cosas peores de lo que la gente pensaba y nuestros hallazgos muestran que en el sudeste asiático se dirigen a la catástrofe", apostilla.

PRESAS DE 800 KILOS

Además de estos resultados, los científicos se sorprendieron al descubrir que la presa principal de los leopardos era el ‘banteng’, una especie salvaje de ganado que pesa hasta 800 kilos. En particular, los leopardos machos se centraron en este gran ungulado, con lo que son la única población conocida de leopardos en el mundo cuya presa principal supera los 500 kilos, más de cinco veces la masa del felino.

Los científicos creen que la nueva elección de presas de los leopardos de Indochina fue provocada por el extermino de los tigres de la región en 2009, lo que creó un vacío predatorio para las especies oportunistas y altamente adaptables.

Impulsados por los hallazgos del estudio, Panthera y WildCRU trabajan con colaboradores locales y nacionales para aumentar la aplicación efectiva de la ley y el monitoreo de esta región, con el fin de fortalecer las leyes ambientales para desarrollar zonas de conservación estrictamente protegidas y aumentar las multas por cazadores furtivos.

Históricamente hallado en todo el sudeste asiático, el leopardo de Indochina ha perdido el 95% de su rango y es probable que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo clasifique como ‘en peligro crítico’ a finales de este año.

El estudio calcula que un poco más de 1.000 leopardos indochinos adultos reproductores permanecen en todo el sudeste asiático. Sin embargo, sólo entre 20 y 30 individuos reproductivos están en el este de Camboya, lo que representa la última esperanza para el futuro del leopardo en el este de Indochina.

Susana Rostro-García, científica de WildCRU y autora principal, apunta que “gran parte de la caza en Camboya, y en el sudeste asiático, se debe a la creciente demanda de carne de animales silvestres”.

“Los paisajes salvajes están cubiertos con miles de trampas para atrapar al cerdo y al ciervo para abastecer a los mercados de carne de animales silvestres. Desafortunadamente, estas trampas también tienen un impacto negativo en muchas otras especies, con leopardos y otros animales silvestres capturados a menudo y sus partes valiosas son retiradas y vendidas a comerciantes ilegales de vida silvestre", recalca.

A medida que el número de tigres cae en picado debido a la presión de caza furtiva, las pieles de leopardo y otras partes del cuerpo son cada vez más codiciadas para su uso como símbolos de estatus y en medicinas tradicionales asiáticas vendidas a través del comercio ilegal de vida silvestre.

(SERVIMEDIA)
02 Mar 2018
MGR/caa