El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata explicó en su exposición que el Pleno “no tiene por qué compartir nuestra forma de protestar”, en relación a la ausencia de la alcaldesa, Manuela Carmena, de la inauguración de Arco en protesta por la censura, sino defender la libertad de expresión” y “garantizar que los límites de la opinión pública sean anchos” y el disenso se cuente como “elemento fundamental de la democracia” para “proteger derechos esenciales para la democracia, gobierne quien gobierne”.

Desde Ciudadanso, Sofía Miranda coincidió en que una obra no se puede juzgar o retirar por sus ideas políticas, sino que buscar poner en cuestión la realidad y calificó de error retirar la obra con el perjuicio consiguiente a una edición de Arco enturbiada, pero también dijo que Carmena debió ir a la inauguración, por lo que presentó una enmienda de adición rechazando este proceder.

En nombre del PSOE, Mar Espinar también corroboró su rechazo a la retirada de la obra, “un proceder inaceptable” realizado por “miedo a los ecos”, y criticó cualquier tutela moral y recomendación ética al arte.

El portavoz del PP, José Luis Martiínez-Almeida, criticó el a su entender “carroñerismo político” que está haciendo Ahora Madrid con este tema, y se negó a recibir lecciones sobre derechos fundamentales de quien había defendido a "delincuentes" como Alfon o Andrés Bódalo.

Zapata arremetió contra Almeida por no haber hablado nada de Arco y rechazó la enmienda de Cs por entender que no afecta a la “defensa genérica de la libertad de expresión” que suponía la moción, sino a un gesto de la alcaldesa que podría ser compartido por unos artistas.