A este respecto, CEAV explica que, aunque los retrasos y cancelaciones son absolutamente imprevisibles, aleatorios y dependen de múltiples factores como la meteorología, reivindicaciones laborales, u otros conflictos locales, la normativa europea obliga a las compañías aéreas al pago de una compensación económica.

Estas indemnizaciones pueden ir desde los 250 euros para vuelos domésticos hasta los 600 para los de más de 3.500 kilómetros y, además, deben incluir todos los gastos derivados del retraso o la cancelación como transportes, alojamientos o dietas, entre otros.

Otras incidencias como la denegación de embarque y pérdida, daño, retraso o destrucción del equipaje, también deben ser indemnizadas por las aerolíneas. Sin embargo, se estima que tan solo entre el 5 y el 10% de los pasajeros son compensados porque el proceso de reclamación realizado de forma individual puede ser “largo y farragoso”.

Así, “a partir de ahora, las agencias de viajes españolas facilitarán las posibles reclamaciones haciéndolas más cómodas, rápidas, sencillas y efectivas. De este modo, WingstoClaim, que está integrada por bufetes de abogados de España, Holanda, Alemania, Francia, Italia y Portugal, será la encargada de realizar todos los trámites legales con las compañías aéreas en representación de los pasajeros de forma efectiva.