La DGT se ha sumado a la campaña de control de vehículos destinados al transporte de mercancías y personas (Operación Truck and Bus) que la organización Internacional de Policías de Tráfico (Tispol) pone en marcha desde este lunes hasta el 4 de marzo.

Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil incidirán en la vigilancia y control de aspectos como la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad de la carga transportada. También comprobarán que la documentación del vehículo y del conductor es la correcta, que la conducción no se realiza bajo los efectos de alcohol u otras drogas o que todos los ocupantes del vehículo hacen uso del cinturón de seguridad.

La vigilancia se realizará en toda clase de vías y a cualquier hora del día, especialmente en aquellas carreteras en que la intensidad de la circulación de este tipo de vehículos es mayor.

En 2016, camiones de más de 3.500 kg y autobuses se vieron implicados en 6.283 accidentes con víctimas en España, en los que fallecieron 348 personas, ocupantes de dichos vehículos o de terceros, es decir, personas que viajaban en el momento del accidente en otro vehículo distinto al camión o autobús que se vio implicado en el accidente. Los camiones y autobuses están implicados en el 11% de los accidentes con víctimas.

La mayoría de los siniestros con víctimas y fallecidos en los que estaba implicado un camión tuvo lugar en vías interurbanas, situación contraria en el caso de que el vehículo implicado fuera un autobús, donde el mayor número de accidentes se produjeron en vías urbanas.

Con el objetivo de mejorar la seguridad vial del transporte por carretera la DGT comunica a la Dirección General de Transporte Terrestre las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes para que realice las investigaciones pertinentes sobre las empresas para las que trabajan y estudiar la posibilidad de que las empresas que incurran en las faltas más graves pierdan la capacidad para operar en el mercado.

Otra de las medidas adoptadas para reducir la siniestralidad de este tipo de vehículos es la discriminación que hacen los radares por tipo de vehículo que ha cometido la infracción para sancionar en función de la limitación específica aplicable a cada uno.