El profesor en Psicología de la Universidad CEU San Pablo, Fernando Miralles, especializado en trastornos de estrés y ansiedad aconseja "volver dos días antes de vacaciones e intentar adaptar el reloj biológico levantándonos y acostándonos antes".

Otra opción, según este experto sería "llamar a un compañero antes de incorporarse al trabajo, pues éste le informará si hay novedades en la empresa, y en la mayoría de los casos se anularán los miedos a todas las posibles cosas negativas que se haya podido imaginar como acumulación de trabajo atrasado, posibles despidos, cambios de funciones, etc."

Según Miralles, este denominado "estrés posvacacional" afecta al 35% de las personas trabajadoras menores de 45 años. El cansancio, la fatiga, la falta de apetito, los dolores musculares, los dolores de cabeza y las molestias en el estómago, son algunas de las consecuencias.

En cuanto a los síntomas psicológicos señala la "tristeza, irritabilidad, falta de concentración y una gran falta de interés por el trabajo, aunque las personas que lo sufren no se atrevan a comunicárselo al resto de compañeros, sobre todo desde que empezó la crisis económica", indicó.

Por último, Miralles señaló que "si a los 10 días la persona se sigue sintiendo mal, debería ir a un especialista, pues podría ser que padeciera una depresión encubierta, aunque esto es algo que sucede en raras ocasiones".

Por otro lado la práctica de deporte habitual reduce los efectos de la depresión posvacacional, puesto que al hacer ejercicio físico se liberan endorfinas que son las causantes de la felicidad, según una firma dedicada a "fitness".

"La sensación de bienestar y confianza que se siente tras realizar un deporte ayuda a combatir los efectos negativos del síndrome post vacacional", indicó dicha firma.