El consumo regular de marihuana se asocia a patología respiratoria y al cáncer de pulmón

MADRID
SERVIMEDIA

El consumo de marihuana a dosis altas y moderadas es un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de pulmón y otras patologías respiratorias como la enfermedad bulbosa, el enfisema, el neumotórax o el neumomediastino en personas jóvenes, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista 'Archivos de Bronconeumología' de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Según informó este lunes la Separ, la inhalación de marihuana se ha asociado además a un aumento de síntomas respiratorios como tos, disnea y esputo, así como a un empeoramiento del asma en los fumadores habituales de marihuana, con o sin el uso de tabaco concomitante, en comparación con no fumadores. También se ha relacionado con ronquera y faringitis y se ha visto que los usuarios de marihuana acuden con mayor frecuencia a los servicios de urgencias, sobre todo de pacientes asmáticos.

Según el presidente electo de esta sociedad científica y uno de los firmantes del artículo, el doctor Carlos A. Jiménez Ruíz, “el daño que puede ocasionar el consumo de marihuana sobre el aparato respiratorio merece un profundo análisis, no solo por las implicaciones sanitarias derivadas de la elevada prevalencia de consumo ilegal, sino porque se propone actualmente su uso medicinal y recreativo en varios países”.

La marihuana es la droga ilícita más consumida en el mundo. La consumen entre 120 y 150 millones de usuarios y la prevalencia de su consumo se sitúa entre el 2,6 y el 5% de la población mundial adulta, destacaron los autores del estudio respecto a la magnitud del problema.

A diferencia del tabaco, la marihuana se fuma mediante bocanadas más largas y de mayor volumen de inhalación, conteniendo la inspiración por varios segundos. Por lo tanto, los fumadores de marihuana retienen cantidades de alquitrán y monóxido de carbono (CO) entre tres y cinco veces mayores respectivamente que al fumar tabaco.

Puesto que la marihuana generalmente se fuma sin filtro, la concentración de partículas en las vías aéreas es cuatro veces mayor que al fumar tabaco y la forma de fumar genera temperaturas más altas, modificando procesos bioquímicos y la producción de numerosas sustancias.

Además, se mezclan cánnabis y tabaco, no solo por la coexistencia de adicciones, sino porque aumenta la oferta de THC (molécula lipofílica con una rápida absorción en el pulmón, rápida llegada a la sangre y responsable de los efectos psicotrópicos de la marihuana), con mayores efectos psicoactivos si se compara a fumar solo cánnabis, señalaron los autores del estudio.

(SERVIMEDIA)
19 Feb 2018
ABG/caa