Desde aquella guerra interna en el PSOE que venció Sánchez y le llevó en mayo a recuperar la Secretaría General, sus críticos asumieron que las normas internas iban a cambiar y el ‘Reglamento federal que desarrolla los estatutos’ aprobado este sábado sin contestación, así lo refrenda.

“Quien quiera tensión hay que buscarla fuera del Comité Federal”, apuntaron fuentes socialistas consultadas por Servimedia, mientras que otras apuntaron que Sánchez se ha “ganado el derecho” a hacer estos estatutos a su medida porque venció con este compromiso.

La prueba de que los dirigentes contrarios a Sánchez se resignaron a este cambio es que no han presentado batalla a este texto en el que se empodera a la militancia, por la obligatoriedad de hacer consultas vinculantes a cuestiones como investidura o pactos de gobierno; y, a la vez, se refuerza el poder de la Ejecutiva Federal sobre las federaciones.

Ningún líder autonómico socialista de los presentes, salvo Miquel Iceta (PSC) y la vasca Idoia Mendía, tomaron la palabra en un comité en el que la nota crítica al reglamento la puso el histórico socialista Francisco Fuentes, ex secretario de Organización del PSOE extremeño, cuando se preguntó irónicamente que si ahora son el PSOE de la militancia, “antes qué éramos, ¿el del Ibex 35?”, indicaron fuentes presentes.

A la cita acudieron sólo tres de los siete presidentes autonómicos socialistas, Guillermo Fernández-Vara (Extremadura), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón); mientras que faltaron por “agenda institucional” la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; la de Baleares, Francina Armengol; y el de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

El presidente de Asturias, Javier Fernández, desde que dejó de ser secretario general de la federación socialista asturiana en octubre pasado no acude a reuniones del partido, y ya faltó al primer Comité Federal de la nueva era de Pedro Sánchez celebrado en noviembre.

Ese silencio durante la reunión del máximo órganos entre congresos del PSOE -donde volvieron a estar sentados por delegaciones- no significa que no haya reparos a estas normas en las que algunos ven que el PSOE tiene tintes “cesaristas” e incluso “asamblearios”.

Así, algunos, en conversaciones con Servimedia, ironizaban que se iban de la reunión enfervorecidos por la constante apelación a la militancia que había hecho el líder, al tiempo que sorprendidos por que no aludiera -en su informe político- a la situación en Cataluña. “Me ha encantado la parte de Cataluña. Qué barbaridad”, expresó uno de ellos.

CLAVE ELECTORAL

Pese a la poca tensión en la reunión, algunos dirigentes sí advirtieron a Sánchez que el reto está ahora en poner el partido en clave electoral y capaz de vencer en elecciones. Se le trasladó a Sánchez, según fuentes presentes, que ahora ha acabado ya, por fin, la cuestión interna y hay que apostar por hacer un PSOE ganador que represente la alternativa de gobierno.

Los presidentes autonómicos socialistas que se desplazaron hasta Aranjuez no hablaron en la reunión a puerta cerrada pero ante los periodistas sí hicieron comentarios en ese sentido. El aragonés Javier Lambán apuntó que “propenderá a cifrar el éxito o fracaso de los liderazgos no tanto por la aceptación de los militantes como por la de los ciudadanos”.

También se comentó que hay que tener en cuenta en este ‘nuevo PSOE’ que la militancia es más radical y más de izquierdas que los votantes.

El propio Sánchez, en su intervención inicial, dejó ver que el capítulo interno concluía al aprobar porque “un PSOE cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes” y avanzó que el PSOE “ya se ha puesto en marcha” ante las convocatorias electorales que se esperan en el año 2019 a nivel municipal, autonómico y europeo.